Hemos escuchado un millón de veces: El desayuno es la comida más importante del día. Y es real, el desayuno es muy importante. Debido a que el desayuno activa tu metabolismo, las personas que desayunan tienden a tener un peso corporal saludable. Pero, ¿sabías que el desayuno también activa tu cerebro?

Por supuesto, estamos hablando de un desayuno adecuado, que no es precisamente un tazón lleno de cereales azucarados con calorías vacías. Si comes el tipo de desayuno adecuado, estarás más alerta, enérgico y mentalmente agudo durante el día. Las claves para un desayuno saludable son proteínas y granos enteros, por lo que echemos un vistazo a las mejores comidas para dar comienzo a tu día. A continuación, 5 desayunos que alientan nuestro cerebro.

1. Harina de avena

Cuando dormimos en la noche, básicamente estamos ayunando. De ahí la palabra “desayuno” romper el ayuno. Cuando te despiertas, tu cerebro necesita un suministro fresco de azúcar en la sangre o glucosa. A pesar de que un desayuno azucarado aumentará tu nivel de azúcar en la sangre rápidamente, también experimentará una caída de glucosa un par de horas más tarde.

La harina de avena de grano entero (como todos los granos enteros), por otro lado, se absorbe lentamente en el cuerpo. En lugar de recibir un chute de azúcar, tu nivel de azúcar sanguíneo se elevará a un ritmo lento y constante.

Los estudios demuestran que los niños que comen avena para el desayuno sacaron una puntuación hasta un 20 por ciento más alto en las pruebas que los niños que comían cereales azucarados. Esto apoya la teoría de que el azúcar en la sangre afecta la memoria y la concentración.

2. Huevos

Los huevos son una opción de desayuno tradicional, pero también la más inteligente. Son ricos en proteínas y dado a que la proteína requiere más tiempo para digerir por nuestro cuerpo, uno se siente satisfecho por más tiempo. Eso significa que no solo te ayuda a controlar el peso, sino que, además, ayuda a mantener el azúcar en la sangre y el estado de alerta mental en niveles saludables.

Las claras de huevo son las que sobre todo contienen la forma más pura de proteína a su alrededor. La alta calidad de la proteína del huevo ayuda al cuerpo a absorberla mejor. Pero no solo eso, los huevos también están repletos de vitaminas y minerales, que son otros compuestos necesarios para mantener tu cuerpo y mente trabajando juntos.

3. Mantequilla de cacahuate en tostada de pan integral

Además de ser delicioso, este desayuno es un golpe de energía. Con la mantequilla de maní, se obtienen los beneficios de la proteína (que hace que te sientas más saciado que si te hubieras comido un pastel con azúcar). Con la tostada de pan integral se obtiene la calidad integral que mantiene el azúcar en la sangre nivelada y regulada a lo largo de la mañana.

Si, además, le añades un poco de plátano en rodajas a tu tostada le vas a agregar aún más las valiosas vitaminas, especialmente potasio, que te ayudarán a mantener el cerebro oxigenado para un pensamiento más claro y el estrés a raya.

4. Yogur griego

Comer yogur para el desayuno no es nada nuevo, pero el yogur griego se ha globalizado de forma más reciente. Este tipo de yogur no solo tiene el doble de proteína que el yogur regular, sino que es más rico y más cremoso que el yogur tradicional. La proteína extra te hará sentir más satisfecho/a durante toda la mañana.

Además, el yogur griego también es más bajo en hidratos de carbono. Los hidratos de carbono que se encuentran en una dona u otro tipo de pan dulce, te provocará un bajón de azúcar al final del día. Y estos bajones nos provocan una disminución de la lucidez mental. Añade un poco de fruta o almendras a tu yogur griego para mejorar el sabor y agregar grasas saludables a tu dieta y obtener más energía entre otros beneficios.

5. Cena para el desayuno

¿Por qué no cambiar las cosas y tener la cena en el desayuno? Ciertamente, no hay reglas que dicen que no puedes. Y, si estás aburrido de comer la misma comida en la mañana todos los días, comer la cena en el desayuno puede romper tu monotonía.

Por supuesto, no estamos hablando de una pizza fría o unas alitas recalentadas.

Piensa mejor en una papa al horno con yogur griego espolvoreada con cebollino o una abundante sopa de verduras con un poco de grano entero y pan crujiente. Realmente, la creatividad no tiene límites y puedes crear un sinfín de platillos nutritivos que te ayuden a rendirte mejor a lo largo del día.