La vesícula biliar es un pequeño órgano ubicado debajo del hígado. Este órgano es un reservorio de bilis; concentra la bilis que es secretada por el hígado y que es utilizada por el organismo para digerir las grasas. La bilis contiene colesterol, sales biliares, lecitina y otras sustancias.

Cuando la vesícula biliar se inflama, se presenta dolor severo en la parte superior derecha del abdomen. Junto con el dolor también se presenta fiebre, nauseas y vomito. Esta condición se debe tratar inmediatamente. Cuando no se trata, la inflamación de la vesícula biliar, o colecistitis, puede hacer peligrar la vida del paciente.

En algunas ocasiones el colesterol se cristaliza, se combina con la bilis en la vesícula y forma cálculos biliares. Las personas que tienen cálculos biliares no siempre experimentan síntomas. Sin embargo, cuando un cálculo obstruye el paso de la bilis, se presentan nauseas, vomito y dolor en la parte superior derecha del abdomen. Estos síntomas suelen aparecer después de que la persona ha consumido alimentos fritos o grasosos.

Para la inflamación de la vesícula biliar no consuma alimentos sólidos durante unos pocos días. Tome únicamente agua destilada o agua de manantial. Luego tome jugos de pera, remolacha y manzana durante tres días.

Para los cálculos biliares, tome tres cucharadas de aceite de oliva con el jugo de un limón antes de acostarse y al levantarse. Este remedio suele hacer que los cálculos pasen y se eliminen en la materia fecal.

El tratamiento que se suele recomendar para los cálculos biliares es la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar. Sin embargo, cuando las radiografías muestran los cálculos pero la persona no experimenta dolor, no hay necesidad de operar.

El 75% de su dieta debe consistir en alimentos crudos. Incluya en su dieta manzana, huevos, yogur, queso cottage, pescado asado a la plancha. A demás  de vitamina A, D, C, E, complejo B, inositol y B12.

Evite el azúcar y los productos que contienen azúcar. Evite también la carne y la grasa de origen animal, los alimentos fritos y condimentados, la margarina, bebidas gaseosas, aceites comerciales, café, chocolate y los carbohidratos refinados.

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