El beriberi es una enfermedad causada por deficiencia de las vitaminas B, en particular de la vitamina B1 (tiamina). Esta enfermedad se presenta especialmente en el lejano Oriente, donde la dieta consiste básicamente en arroz descarrillado, que no proporciona suficiente tiamina. Los casos de beriberi que se presentan se suelen relacionar con alcoholismo, hipotiroidismo, infecciones, embarazo y/o estrés.

Beriberi húmedo

El paciente en general no está particularmente delgado o enflaquecido. La principal característica es el edema depresible, que casi siempre se halla en las piernas pero también se puede observar en el escroto, la cara y el tronco. Por lo general se queja de palpitaciones y dolor en el pecho. Otros síntomas incluyen disnea (dificultad para respirar); pulso frecuente e irregular en algunas oportunidades; y venas del cuello distendidas con pulsaciones visibles. El corazón se agranda. La orina tiende a disminuir en volumen; siempre se debe evaluar al paciente y determinarle los valores de albúmina, ya sea en el hospital o en un dispensario pequeño. En los casos de beriberi no se encuentra presencia de albúmina, y esta característica es una ayuda importante para diagnosticar un caso con edema.

Un paciente con beriberi húmedo, aunque se vea más o menos bien, se encuentra en peligro de sufrir un deterioro físico rápido con enfriamiento repentino de la piel, cianosis, aumento del edema, disnea grave, falla circulatoria aguda y muerte.

Beriberi seco

El paciente está enflaquecido, con músculos débiles y agotados. Puede aumentar la sensación de anestesia, alfileres y agujas en los pies y los brazos, y desarrollar gradualmente dificultad para moverse, hasta que no puede caminar en absoluto. Antes de llegar a esta etapa, el paciente puede desarrollar una marcha atáxica peculiar. Comúnmente se desgonzan los pies y las muñecas por falta de tono muscular.

Las principales características son agotamiento, áreas anestesiadas (especialmente sobre la tibia), sensibilidad de las pantorrillas a la presión y dificultad para levantarse desde la posición en cuclillas.

La enfermedad casi siempre es crónica, pero en cualquier etapa se puede presentar una mejoría si se consume una dieta balanceada o si se empieza el tratamiento. De otra manera, el paciente queda en cama y a menudo fallece de infecciones crónicas como disentería, tuberculosis o úlceras de decúbito.

Incluya en su dieta diaria legumbres, frutas y vegetales crudos, semillas, nueces, arroz integral, granos enteros y yogur. Estos alimentos son ricos en vitaminas B, en particular de tiamina. Añada a su dieta vitamina C, complejo B, B1 y minerales.

No tome líquidos con las comidas, pues diluyen los jugos digestivos y arrastran muchas de las vitaminas B.