Todas aquellas personas que sufran de cálculos renales, conocerán sin duda el sufrimiento que ello conlleva, las infecciones urinarias que originan. Una realidad que afecta a una parte importante de la población y que en ocasiones, nos llena de preguntas. ¿Qué tipo de alimentación debo llevar para evitar que se formen? o
¿Qué nutrición es más adecuada en caso de padecer este problema? Te lo explicamos a continuación.

Dieta para personas que padezcan de cálculos renales

Diversos estudios sobre nutrición asociados a este tipo de problemas renales, nos dicen que una dieta baja en minerales, proteínas, grasas y azúcares nos puede ayudar tanto a prevenir como a tratar este problema y evitar recaídas. Pero cabe destacar un importante aspecto: es adecuado conocer qué tipo de mineral genera nuestros cálculos renales: oxalato cálcico, fosfato cálcico, ácido úrico, estruvita o cistina.. todo ello nos ayudará a definir un poco mejor qué debemos consumir y qué es mejor prescindir en nuestra dieta.

Pero de todos modos, podemos seguir a grandes trazos unas pautas muy claras que nos servirán tanto para prevenir los cálculos renales, como para ir paliar su incidencia. Veámoslo.

1.  Aumenta tu consumo de agua y líquidos

Sin lugar a dudas es lo primero que nos habrán comentado los médicos y de seguro que ya sabías. Beber entre 8 y 12 vasos de agua al día, nos permitirá ir en más ocasiones al servicio, depurando así sustancias nocivas. Cuida ante todo el tipo de agua que consumes, mira su composición para que sea en general baja en minerales. En general, tanto la leche, como el café o el té negro n son muy recomendables. Consúmelos en pocas cantidades.

2. Elimina la sal de tu dieta

Un aspecto importante. Ya sabes que la sal en general no es saludable para nadie, y más si presentas algún problema renal. Dificulta el trabajo de nuestros riñones, no se procesa adecuadamente y nos trae muchos problemas de salud tales como la hipertensión. Prescinde de ella, es importante para evitar y disminuir la incidencia de los cálculos renales.

3. Limita el consumo de dulces y harinas refinadas

Como ves, y a grandes rasgos, son indicaciones que todos conocemos y que nos repiten a menudo. Pero hemos de tener en cuenta que cuando padecemos algún problema renal, todos estos problemas se vuelven más serios. El consumo de azúcar y alimentos elaborados con harinas refinadas pueden dificultar aún más la funcionalidad de nuestros riñones, aumentando la incidencia de cálculos renales. Es peligroso.

4. El riesgo del oxalato de calcio

Los estudios nos dicen que muchas veces, los problemas de riñón son genéticos. Si nuestros padres han sufrido piedras en el riñón, cabe una posibilidad de que nosotros también lo suframos. Un modo de evitarlo es llevando una dieta adecuada, con alto consumo de agua. E importante también prescindir del alto consumo de alimentos ricos en oxalato de calcio, ya que la mayoría de cálculos renales alojados en el riñón, suelen estar formados por este mineral. Como recomendación te indicamos por ejemplo que busques un agua que sea más rica en bicarbonato. Y sobre todo que no disponga de excesivo calcio.

Aunque se debe moderar el consumo de calcio, no debemos eliminar por completo ya que de lo contrario, corremos el riesgo de padecer osteoporosis. Así que consume de modo regular pero sin abusar algo de queso, nabos, almendras, nabo…Indicarte que es mejor evitar las espinacas, acelgas, la betabel, zanahorias, germen de trigo, gelatina, chocolate, vísceras, mariscos y sopas instantáneas… pues son fuentes de oxalato y es muy negativo para los cálculos renales. Si tienes que consumirlos hazlo en pocas cantidades.

5. Frutas ricas en vitamina C

Un remedio más que magnífico que nos servirá de gran ayuda. Ideal si empiezas el día con un jugo de limón y naranja. Incluye en tus comidas alguna ensalada de kiwi o papaya, o también puedes acostumbrarte a beber agua con un poquito de jugo de limón (no incluyas azúcar).

Adecuados también los jugos de manzana y uva, pero mejor si los diluyes en agua, que no sean muy concentrados.

6. Cuidado con las carnes y los huevos

Sabemos que estos dos alimentos son ricos en proteínas, pero en general, un alto contenido de ellas acaba favoreciendo la formación de cálculos. Pero obviamente necesitamos proteínas, al igual que necesitamos calcio en nuestro organismo, no podemos prescindir de estos elementos, de ahí la necesidad de guardar un equilibrio. No las consumas en exceso. Lo ideal es que nos limitemos a una ración diaria de entre 120 y 150 gramos de alimentos ricos en proteínas. Si las consigues mediante fuentes vegetales será mucho más sano que si nos limitamos a las proteínas animales.

Esperamos haberte servido de ayuda. De todos modos, sabes que es tu médico quién debe hacerte las indicaciones más adecuadas, dependiendo del tipo de mineral que origina tus cálculos renales. Comentarte como último consejo, que si tus piedras son básicamente de oxilato de calcio, es recomendable que una vez al día te tomes un vaso de agua con una cucharadita de bicarbonato de calcio.