Los carotenoides son compuestos relacionados con la vitamina A. Algunas veces actúan como antioxidantes o tienen otras importantes funciones. Aunque el más conocido de los carotenoides es el beta-caroteno, hay otros como el alfacaroteno, el gammacaroteno, la luteína y el licopeno. El beta-caroteno que consumimos en forma de suplemento o con los alimentos se transforma en vitamina A en el hígado. El beta-caroteno ayuda a prevenir el cáncer limpiando o neutralizando a los radicales libres.

No se presentan sobredosis por beta-caroteno, aunque en cantidades elevadas puede hacer que la piel adquiera un color ligeramente anaranjado. El beta-caroteno no produce en el organismo el mismo efecto que la vitamina A, ni es perjudicial en cantidades altas, a menos que el organismo no pueda convertirlo en vitamina A. La gente que tiene hipotiroidismo suele presentar este problema

Por su capacidad para atrapar los radicales libres, el beta-caroteno también aumenta notablemente la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo. El beta-caroteno es uno de los más potentes antioxidantes que se conocen, y como tal ayuda a prolongar la calidad de vida.

Entre los alimentos que contienen Beta-carotenos están: espárragos, zanahoria, melón, remolacha, brócoli, hígado de pescado, ajo, col rizada, papa, durazno, espinaca, calabaza, pimientos,  frutas y vegetales verdes y amarillos.