La retención de líquidos es una afección que no se considera grave, pero que sin embargo puede producir varias complicaciones. Los médicos indican que se trata de un síntoma que “relata” sobre un afección o desequilibrio más severo por lo cuál es preciso prestar mucha atención.

Qué saber sobre la retención de líquidos

Este trastorno está caracterizado por la acumulación de agua y otras sustancias líquidas en el cuerpo. Se produce ya que los vasos sanguíneos vierten demasiados líquidos a los tejidos y es imposible eliminarlos. La retención de líquidos es más frecuente en las mujeres y es preciso conocer las causas para poder tratarla como corresponde.

Es necesario saber que el cuerpo está todo el tiempo equilibrando los porcentajes y niveles de líquidos con los movimientos hormonales. Cuando se bebe más agua de la que se necesita, el organismo elimina lo “sobrante” mediante el sudor o la orina.

El problema surge cuando no es posible evacuar este líquido y mantener el equilibrio. Esto es lo que se conoce como “retención”.

Entre las causas más habituales de la retención de líquidos podemos encontrar:

Alimentación deficiente
Desequilibrio hormonal
Dieta desequilibrada
Alto consumo de sal o de alimentos con mucho condimento
Trastornos o problemas hepáticos
Mal funcionamiento cardíaco o renal
Ingesta de algunos medicamentos o químicos
Deficiencia de proteínas o ciertos nutrientes
Vida demasiado sedentaria
Embarazo
Menopausia
En algunas etapas del ciclo menstrual
Trastornos hepáticos

Los síntomas más frecuentes de la retención de líquidos son los siguientes:

Aumento de peso sin razón aparente
Piernas o manos inflamadas
Palpitaciones
Malestar general
Calambres
Debilidad o cansancio
Hipertensión
Celulitis
Poca orina

Alimentos prohibidos en casos de retención de líquidos

Sal: es preciso eliminarla de la dieta o bien sustituirla con sal marina. También es posible condimentar los alimentos con algas marinas, hierbas o cardamomo. Y además, tener en cuenta que los embutidos, ahumados, conservas, purés, alimentos procesados, aliños, mayonesas, quesos, productos congelados, sopas instantáneas o caldos, salsa de soja, sazonadores, etc contienen una gran cantidad de sal “escondida”.

Grasas saturadas y carnes rojas

Leche de vaca: esto se debe a su alto contenido de grasa. Tampoco se aconseja la leche desnatada o deslactosada porque están modificadas químicamente y lo único que logran es que el cuerpo tenga que trabajar de más. Además, la leche se queda “pegada” en el revestimiento intestinal, lo que impide una eliminación correcta de los desechos. Sustituye por leches vegetales tales como de almendras, de arroz, de mijo, etc.

Recetas de licuados para la retención de líquidos

Licuado de torona, manzana e hinojo: para esta receta necesitas 1 toronja, 1 manzana y ¼ bulbo de hinojo. Lava y parte la toronja, extrayendo su licuado. Lava y pica la manzana y lo mismo con el bulbo de hinojo. Coloca en la batidora y mezcla durante algunos minutos. Cuela y bebe un vaso por la mañana un día cada tres.

Licuado de espárragos y pepinos: Necesitas 1 manojo de espárragos y 2 pepinos. Lava, pela y pica. Combina en la licuadora, cuela y bebe un vaso por día.

Licuado de perejil y zanahorias: Precisas 1 manojo de perejil, 2zanahorias grandes y 1 vaso de agua. Lava, pica y pela los vegetales. Coloca junto al vaso de agua en la licuadora. Cuela un vaso día por medio.

Licuado de zanahorias, pepino, perejil, manzana y piña: Para realizar este licuado que elimina la retención de líquidos necesitas 2 zanahorias, 1 pepino, 5 ramitas de perejil, 1 manzana y 2 rebanadas de piña. Lava y pica todos los ingredientes y coloca en la licuadora con una taza de agua. Bebe un vaso por día, siempre en ayunas.