Siempre hemos hablado de incluir frutas a nuestra dieta, para que de ésta forma sea una dieta mucho más completa y nutritiva, pero quizá entre nuestro amplio discurso acerca de la ingesta de las frutas hemos omitido algo de suma importante, por no decir que es lo más importante, nos referimos al momento adecuado para realizar ésta ingesta de frutas en nuestro organismo.

Podemos tener una dieta muy rica en frutas, pero quizá estemos desechando muchos de sus nutrientes, por el sólo hecho de consumirlas en horas totalmente inadecuadas para nuestro organismo.

Con lo anteriormente nombrado supongo que se seguirán preguntando “¿Cuál es entonces el momento adecuado para consumir las frutas?” A continuación en nuestro artículo les contaremos, aparte del momento perfecto para su consumo, también una serie de recomendaciones  tener en cuenta sobre el tema en cuestión.

El momento adecuado para el consumo de las frutas

No hay persona a la cual no le fascine o le guste la fruta, por eso siempre tendremos en nuestra dieta por mínimo el número que sea una fruta, hasta ahí todo muy bien, lo importante ahora es saber qué momento es el más indicado para el consumo de la misma.

Lo normal a la hora de consumir una fruta es hacerlo después de cada comida, por lo general como un postre, y debemos saber que es el peor momento del día para consumirlas, ya que la mayoría de los nutrientes que nos brinda se pierden durante el proceso digestivo. Esto ocurre porque en muchas ocasiones el proceso digestivo se torna más largo de lo normal y fermenta en el estómago. Ésta fermentación produce un tránsito intestinal muy lento y a la mayoría de personas les puede caer muy mal.

Teniendo en cuenta el proceso de fermentación nombrado anteriormente, lo más recomendable a la hora de consumir una fruta, es hacerlo cuando el estómago se encuentra totalmente vacío, para así evitar la fermentación y el tránsito lento. Pero cuidado, no a todas las horas que te sientas “vacío” es recomendable consumir la fruta; surge de nuevo otro interrogante “¿Por qué?” Bien, la fruta contiene una sustancia llamada Fructosa, el cuerpo la convierte en glucosa y energía y si no consumimos dicha energía la glucosa se acumulará en forma de grasa.

Así que teniendo todo esto en cuenta, arranca tu mañana con una fruta para llenarte de energía, consúmela en las onces (media mañana) y como un buen tentempié en la tarde y, sobre todo, ten una variedad de frutas siempre a la mano.

Recomendaciones a la hora de consumir frutas

¡NO mezcles!  Frutas ácidas y dulces

A pesar de ser un argumento relativo los principales especialistas sugieren no mezclar las frutas ácidas, como los cítricos (kiwi, fresas, frutos del bosque, piña, entre otras) con las frutas dulces, como la manzana, la pera, el plátano, melocotón, la uva, el melón, la sandía, el mango, la ciruela, entre otros, si lo que deseamos es una buena digestión y un adecuado procesamiento de los azúcares.

Consume entre comidas

De ésta forma  evitarás que otros alimentos interfieran con los azúcares de la fruta en la digestión de la misma, por eso es bueno consumir las frutas como tentempié o meriendas entre las comidas normales. De ésta forma también evitaremos que los azúcares que contienen algunas frutas generen reacciones molestas en el estómago.

Frutas prohibidas

Muchas personas han creado mitos acerca del consumo de frutas, lo único que hay que tener en cuenta es que ninguna fruta tiene un consumo prohibido, ya que todas aportan nutrientes al organismo, sólo se debe tener en cuenta que fruta se debe ingerir con respecto a la mezcla, como lo nombrado anteriormente.

Agrega frutas al desayuno

En cuestión de dieta saludable, el desayuno es el que manda, ya que es la base energética con la que afrontaremos el resto del día, así que lo más adecuado para un “súper” desayuno es agregar frutas a los platos que consumiremos en la mañana.

Varía tus frutas

Todos sabemos que el exceso de las cosas puede llegar a ser nocivo para la salud, por eso debemos tener en cuenta que cada fruta aporta nutrientes diferentes y, por eso, debemos tener una dieta muy variada con respecto a las frutas que consumimos a diario.