Una reducción de los glóbulos rojos de la sangre o a cantidad de hemoglobina sanguínea. Este trastorno disminuye la cantidad de oxígeno disponible para las células del organismo. En consecuencia, las células cuentan con menos energía para realizar sus funciones normales. Procesos importantes, como la actividad muscular y la formación y reparación de las células, se vuelven lentos y menos eficaces. Cuando al cerebro le falta oxígeno, las facultades mentales pueden alterarse y se pueden presentar vahídos.
Todo lo que acelere la destrucción de los glóbulos rojos de la sangre, o lo que afecte a su producción, puede convertirse en anemia. Entre los factores que pueden conducir a esta enfermedad están los siguientes: Utilización de drogas, desequilibrios hormonales, inflamación crónica, cirugía, infecciones, úlcera péptica, hemorroides, enfermedad diverticular, excesivo sangrado menstrual, embarazos seguidos, daño hepático, trastornos tiroideos, artritis reumatoide, enfermedades de la médula ósea y deficiencias dietéticas (especialmente de hierro, ácido fólico y vitamina B6 y B12). Algunos trastornos hereditarios también causan la anemia, entre los cuales está la enfermedad la enfermedad del falciforme de las células y la talasanemía. La anemia es una variante grave de la anemia, cuya causa es la deficiencia de la vitamina B12. El tracto intestinal de quienes no pueden absorber esta vitamina en ninguna forma.
La causa más frecuente de la anemia es la deficiencia de hierro. El hierro es definitivo en esta enfermedad porque interviene en la producción de hemoglobina, el componente de los glóbulos rojos de la sangre es oxigenar el organismo, y su vida aproximadamente ciento veinte días. La anemia por deficiencia de hierro puede ser causada por ingesta insuficiente y/o mala absorción de este mineral, así como también por la pérdida de grandes cantidades de sangre. Es un tipo de anemia frecuente en mujeres que sufren monorragia (sangrado menstrual excesivo o prolongado), cuya causa puede ser desequilibrio hormonal, fibromas o cáncer uterino. Las mujeres utilizan dispositivos intrauterinos como medida anticonceptiva tienen alto riesgo de perder grandes cantidades de sangre. Las mujeres que abusan del consumo de medicamentos antiinflamatorios, como aspirina o ibuprofeno, también sufren grandes pérdidas de sangre porque esos medicamentos irritan el tracto digestivo. Tomar mucha aspirina puede ocasionar hemorragia interna, especialmente en las personas de edad avanzada.
De las personas aquejadas por la anemia, el 20 por ciento son mujeres y 50 por ciento, niños. Ésta suele ser una enfermedad oculta porque sus síntomas frecuentemente pasan inadvertidos. Las primeras señales de anemia son pérdida del apetito, estreñimiento, dolores de cabeza, irritabilidad y/o dificultad para concentrarse. Cuando ya se ha desarrollado, la enfermedad produce síntomas como debilidad, fatiga, frío en las extremidades, depresión, vahídos, palidez generalizada (en particular, uñas pálidas y quebradizas), palidez de labios y párpados, dolor en la boca y, en las mujeres, fin de menstruación.
La anemia no es grave en sí misma; su gravedad radica en que es síntoma de un problema subyacente. Suele ser la primera señal detectable de artritis, infección o algunas enfermedades graves, entre ellas el cáncer.
Fuente: Recetas nutritivas que curan, Phyllis A. Balch, C.N.C.