La palabra “migraña” proviene de la palabra griega hemikrania, que significa “medio cráneo”. La migraña es un dolor de cabeza de origen vascular que se relaciona con la excesiva dilatación o contracción de los vasos sanguíneos del cerebro. Hay dos clases de migraña: común y clásica. La migraña común evoluciona lentamente y produce un dolor palpitante que puede durar entre dos y setenta y dos horas. El dolor es muy severo y se suele centrar en la cien o detrás de uno de los oídos. La migraña puede comenzar en la parte posterior de la cabeza y extenderse a todo un lado de la cabeza. Usualmente va acompañada de nauseas, vomito, visión borrosa, sensación de hormigueo y entumecimiento de las extremidades, síntomas que pueden durar hasta dieciocho horas.
La migraña clásica es similar a la migraña común, pero va precedida de una serie de síntomas llamada aura, que pueden consistir en trastornos del habla, debilidad y alteración de los sentidos de la vista y/o el olfato. El aura también puede consistir en el paso por el campo visual de puntos brillantes, destellos, o simples figuras geométricas. El síntoma mas frecuente es la dificultad para ver con claridad. Las alteraciones visuales pueden durar solo pocos segundos, o pueden persistir durante horas y luego desaparecer.
La migraña es un problema de salud relativamente común y afecta al 10% de la población, aproximadamente.
La migraña suele atacar a las mujeres en época de la menstruación, cuando el nivel de estrógeno es bajo. Este problema de salud es mas frecuente entre los veinte y los treinta y cinco años, y tiende a declinar con la edad. Sin embargo los niños también pueden sufrir de esta enfermedad. En los niños, el dolor tiende a no ser localizado sino difuso. La migraña puede manifestarse en los niños no como dolor de cabeza, sino como cólico, dolores abdominales periódicos, vomito, vahídos y mareo severo.
Son muchas las cosas que pueden desencadenar la migraña en las personas susceptibles, entre ellas alergias, estreñimiento, estrés, mal funcionamiento del hígado, mucho o muy poco sueño, cambios emocionales, cambios hormonales, problemas dentales y falta de ejercicio.
Estudios han revelado que durante los ataques, los niveles de azúcar sanguíneo son bajos, y cuanto mas bajo el nivel de azúcar, tanto mas severo es el dolor de cabeza. Fumar puede producir migraña, pues la nicotina y el monóxido de carbono del humo del cigarro afectan a los vasos sanguíneos. Muchos alimentos pueden precipitar ataques de migraña: chocolate, frutas cítricas, alcohol (vino rojo) y todos los alimentos curados, maduros, conservados con vinagre, levadura o fermentados.
Haga una dieta baja en carbohidratos simples y alta en proteínas, incluya almendras, cerezas, piña fresca, berros e incluya vitamina B-6, vitamina B-12, vitamina C, pantotenico, calcio y magnesio.
Evite la sal y los alimentos formadores de ácido, como carne, cereal, pan y granos. Evite, así mismo, los alimentos fritos y grasosos.
Masajéese todos los días el cuello y la parte posterior de la cabeza
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