El arroz es uno de los alimentos básicos de muchas culturas, pero en la mayoría de los casos se consume la variedad de arroz blanco, mientras que es minoritario el consumo del arroz basmati, salvaje, rojo o integral.

En este artículo explicamos los grandes beneficios de comer el arroz integral, ya que a diferencia del arroz blanco, contiene fibra y más minerales y vitaminas, y cómo podemos comerlo habitualmente para depurar nuestro organismo y prevenir múltiples enfermedades, así como algunos tips para cocinarlo de la manera más deliciosa y original.

Arroz blanco o arroz integral

El arroz blanco puede causar estreñimiento, mientras que el arroz integral, rico en fibra, contribuye a mejorar la función intestinal. Por otro lado, recomendamos el arroz blanco en casos de diarrea o gastroenteritis.

El salvado o fibra del arroz integral contiene minerales y vitaminas, mientras que su contenido en el arroz blanco es bastante menor.

La fibra contribuye a que el arroz integral se asimile más lentamente que el blanco, y así se mantienen también unos niveles equilibrados de glucosa.

El salvado ayuda a prevenir el colesterol, los triglicéridos y el cáncer de colon.

Los alimentos ricos en fibra son más saciantes que los refinados y además se digieren más lentamente, por lo que son ideales en casos de dietas de adelgazamiento, especialmente si hay ansiedad.

El arroz integral contiene más proteína que el arroz blanco.

El arroz integral es ligeramente superior en grasas, pero su contenido en fibra ayuda a asimilarlas mejor.

En algunos casos de diverticulosis se ha demostrado que ni el arroz blanco ni el integral se digieren correctamente y pueden causar hinchazón abdominal, por lo que en esos casos recomendamos no dejar de consumirlos, pero si triturarlos y comerlos en forma de crema o batido.

¿Cómo se cocina?

El arroz integral tiene que cocinarse durante más tiempo que el blanco y con más cantidad de agua. Recomendamos lavarlo primeramente e incluso ponerlo en remojo unas horas antes, como si fuera una legumbre.

La proporción es de una taza de arroz integral por 3 tazas de agua, y el tiempo de cocción suele ser de entre 30 y 60 minutos según el recipiente, el tipo de arroz, etc.

Pondremos a hervir el arroz en el agua todavía fría y agregaremos la sal casi al final, ya que la sal ayudará a que el arroz se termine de abrir.

Tips para cocinarlo

Algunas personas comentan que el arroz integral es aburrido, pero la realidad es que es mucho más sabroso y que incluso podemos combinarlo con otros arroces muy nutritivos como el rojo, el negro o el basmati.

Además, te damos algunas sugerencias originales:

Una manera deliciosa de cocinarlo consiste en sofreir el arroz crudo con aceite de oliva y ajos, antes de añadirle el caldo y cocerlo como siempre. Este método le dará un sabor tostado y aromático.

Podemos preparar un arroz con leche diferente cociendo el arroz integral con bebida de arroz, canela y piel de limón y naranja. Tendremos un postre muy saciante y digestivo, y libre de lactosa.

La bebida de arroz integral también es una opción muy saludable. Dejaremos el arroz en remojo toda la noche, al día siguiente lo batiremos bien y lo colaremos con un colador de tela. Después podremos endulzar la bebida y añadirle canela, vainilla, cacao, etc.

Para las personas a las que no les guste también les damos la oportunidad de comerlo incluyéndolo en cremas de verduras.

También podemos sustituir el arroz blanco en algunas recetas tradicionales, como son la paella o el sushi. Bastará con adaptar el tiempo de cocción a este tipo de arroz.