La espinaca es un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales, que en comparación con las carnes, aporta pocas calorías y no contiene grasas. Es también rica en fitonutrientes, especialmente el beta-caroteno y la luteína, convirtiéndola en un vegetal con propiedades antioxidantes que nos protegen del daño celular. Sus tallos son más ricos en fibra que las hojas.

La espinaca, cuyo nombre científico es Spinacea oleracea, pertenece a la familia de las amarantáceas, quenopodiodeáceas, al igual que las remolachas, la quinoa y la acelga. Crecen muy bien en climas templados, siendo hoy en día Estados Unidos y China , entre otros, los países productores más importantes. Están disponibles durante todo el año.

Los diversos beneficios de las espinacas para la salud son debido a la presencia de minerales, vitaminas, pigmentos y fitonutrientes , incluyendo potasio, manganeso, zinc, magnesio, hierro y calcio que esta contiene.

 

Ingredientes

  • 500 gr. de espinacas frescas
  • 50 gr, de mantequilla
  • 3 cucharadas de harina
  • 1 l. de leche
  • 75 gr. de queso parmesano rallado
  • Pimienta
  • Sal

Preparación

  1. Poner a calentar en un cazo agua con sal. Cuando rompa a hervir echar las espinacas y cocer durante unos 10 minutos. Escurrir muy bien, trocear y reservar.
  2. Derretir la mantequilla en una sartén a fuego medio. Añadir la harina y remover hasta formar una pasta. Ir añadiendo leche poco a poco y removiendo bien, de forma que la leche se vaya absorbiendo.
  3. Poco a poco se irá formando la bechamel, puedes seguir añadiendo leche hasta que el espesor esté a tu gusto. Añade las espinacas y remueve bien para que se integren. Salpimenta al gusto.
  4. Pon las espinacas en una fuente para horno. Espolvorea el queso parmesano rallado por encima y hornea en la parte superior con el horno a 200º durante unos cinco minutos, hasta que se gratine.