Mantener un cuerpo delgado y saludable es un trabajo integral que se basa en dos pilares: ejercicio y dieta. Si embargó, pocas personas saben que de acurdo al entrenamiento la alimentación cambia, esto para que los resultados sean más óptimos.
Un estudio de la Universidad de Cardiff, en Gales, señala que la práctica de actividad física es un factor que puede influir en la disminución del riesgo de padecer demencia; además que es la mejor forma de reducir la grasa corporal.
Ideal para ti…
Para que los resultado duren por más tiempo, te decimos qué comer de acuerdo al tipo de entrenamiento de llevas a cabo, con información de la licenciada en nutrición Gloria Rabell.

1. Yoga. Ya que muchas posturas requieren mucha flexibilidad, necesitas una comida ligera. Debe aportar proteínas, fibra, vitaminas y minerales e hidratos de carbono. Si haces yoga desayuna, por ejemplo, un yogurt con cereal integral y arándanos. Luego de la clase, puedes comer un refrigerio simple, por ejemplo, una quesadilla o un “burrito”.
2. Cardio. Evita comer demasiado antes de entrenar. Puede ocasionarte náuseas. Lo más apropiado es una comida ligera que contenga hidratos de carbono antes de hacer ejercicio. Algunas sugerencias: un plátano o mango, una barra integral de fruta, una barra de cereal integral, cereal integral sin azúcar (3/4 de taza), 6 nueces o almendras o cacahuates (1/4 de taza).
3. Entrenamiento de fuerza. Se recomienda antes una comida completa, con alimentos de origen animal que aportan proteínas, así como ensalada o verduras que aportan vitaminas, minerales y fibra.
Mantener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio, por lo menos 30 minutos al día es esencial para tu bienestar emocional y físico. ¡No lo olvides, inténtalo!