Aunque la perspectiva de someterse a una operación quirúrgica no es muy halagüeña, en algunas ocasiones es la medida que más conviene para mejorar  la calidad de vida del paciente  o para prolongar su vida. Después de adquirir información acerca de las opciones  existentes  y de decidir que la cirugía es la única alternativa viable, es importante prepararse para la cirugía siguiendo las pautas nutricionales. Tomar los nutrientes como Cisteína, Lisina, multi minerales, beta-carotenos, vitamina A, D, C y E, Zinc, Calcio y Magnesio antes y después de la cirugía refuerza el proceso de curación y disminuye las molestias y el dolor post-operatorio. Asegúrese que su dieta sea saludable y bien balanceada.

Pregúntele a su cirujano si hay algo que pueda hacer usted para prepararse para la cirugía. Además de las recomendaciones del cirujano, absténgase  de tomar  durante dos semanas antes de la cirugía aspirina y todos los compuestos que contengan aspirina. Estas sustancias adelgazan la sangre.  Si fuma, deje el cigarrillo. Fumar retarda la curación e interfiere la actividad de algunos medicamentos.

Si tiene sobrepeso y cuenta con suficiente tiempo para hacer dieta antes de la cirugía, intente perder el exceso de peso de manera gradual. Excesos de peso puede dificultar la cirugía y demorar la recuperación.

Después de la cirugía, no le ponga demasiado trabajo a su organismo consumiendo alimentos altamente procesados. Tome por lo menos, ocho vasos de líquido todos los días, como agua, tés de hierbas, jugos y bebidas de proteína.

Tenga cuidado con  algunas actividades que implican hacer fuerza como levantar objetos. La mayoría de los médicos recomiendan no levantar objetos de más de 5 Kilos durante las dos semanas siguientes a la cirugía. Pregunte a su médico cuando puede empezar a hacer ejercicio suave, se ha demostrado que favorece la circulación y acelera la recuperación física.

Algunos alimentos interfieren la acción de ciertos medicamentos. La leche y los productos lácteos pueden afectar a la actividad de algunos antibióticos. Las frutas acidas, como la naranja, la piña y la toronja pueden  inhibir la acción de la penicilina y de la aspirina.

Tenga en cuenta que el organismo se demora unas cuantas semanas  en recuperarse del trauma ocasionado por la cirugía. Durante el periodo de recuperación, los desequilibrios hormonales se corrigen y el metabolismo vuelve a la normalidad. La mayoría de las incisiones se cierran durante  los primeros dos días, pero se requiere más o menos una semana para que la incisión quede tan bien cerrada que no le afecta  el estrés ni los movimientos corporales. Sin embargo la aprobación del médico es necesaria antes de hacer cualquier clase de ejercicio o levantar objetos.