La deficiencia de vitamina A normalmente proviene de un consumo inadecuado de alimentos con mucha vitamina A o betacaroteno, un precursor de la vitamina A.

La carencia alimentaria de vitamina A afecta frecuentemente y de manera importante a los ojos y puede llevar a la ceguera. La xeroftalmía, es una inflamación de la cornea, la cornea se reseca y es posible que se ulcere y/o se desarrolle una infección. Así mismo, se pueden desarrollar manchas de Bitot o ceguera nocturna.

La carencia de vitamina A tiene además un papel en varios cuadros clínicos no relacionados con los ojos, y puede contribuir a aumentar la tasa de mortalidad infantil, sobre todo en niños con sarampión. Se ha demostrado que animales de laboratorio con dietas carentes de vitamina A pueden influir en la presencia de infecciones agudas. Aparte del ojo, la carencia de vitamina A también afecta adversamente las superficies epiteliales, y se asocia con un aumento en la incidencia de ciertos tipos de cáncer, incluso el cáncer de colon. Las manifestaciones oftálmicas graves de la carencia de vitamina A producen destrucción de la córnea y ceguera, y se observan principalmente en niños de corta edad. Esta enfermedad algunas veces se denomina queratomalacia.

Incluso los niños que sólo tienen una deficiencia leve de vitamina A presentan una incidencia superior de enfermedades respiratorias y diarrea, así como una mayor tasa de mortalidad a causa de enfermedades infecciosas, que los niños que consumen suficiente vitamina A.

Además, una deficiencia de vitamina A puede causar trastornos en el crecimiento y la formación ósea de los niños y adolescentes.

Especialmente en los fumadores, un aporte pobre de vitamina A puede promover el desarrollo de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), lo cual se cree que aumenta el riesgo de cáncer

Buenas fuentes de retinol o vitamina A preformada, son: el hígado, aceites de hígado de pescado, yema de huevo y productos lácteos. El color amarillo del caroteno puede estar oculto por la clorofila en muchas hortalizas de hojas verde oscuro. Los carotenos se encuentran presentes en buenas cantidades en una amplia variedad de hortalizas verdes y amarillas y en las frutas, en el maíz amarillo y en los productos de raíces amarillas, como las batatas. En muchas dietas del trópico, las hortalizas de hojas verde oscuro son fuentes importantes de carotenos (por ejemplo, amaranto, yuca, y hojas de espárrago, mangos, papayas, tomates y algunas veces zapallo amarillo local, calabaza y maíz amarillo.