La mayoría de los dolores de garganta son producidos por infecciones virales, como las que causan el resfriado común, aunque también pueden ser causados por infecciones bacterianas (especialmente el estreptococo) y por cualquier agente que irrite la delicada membrana mucosa del fondo de la garganta y de la boca. Entre esos agentes irritantes están polvo, humo, emanaciones, alimentos o bebidas demasiado calientes, infecciones de la dentadura o encías, y abrasiones. La tos crónica y hablar en voz demasiado alta también pueden irritar la garganta.

El dolor de garganta agudo suele evolucionar en el curso de unos pocos días a unas pocas semanas. Aunque generalmente el dolor de garganta no es un problema grave, suele ser el primer síntoma de otro problema de salud, como resfriado, influenza, mononucleosis, virus de Epstein-Barr, herpes simple y muchas enfermedades de la infancia, entre ellas sarampión y varicela. Con menos frecuencia es señal de síndrome de fatiga crónica, difteria, inflamación de la epiglotis, gingivitis, cáncer en la laringe o absceso en las amígdalas.

Si usted fuma, deje ese habito. Fumar es una de las principales causas de dolor de garganta. Un cosquillo permanente o una tos crónica puede ser indicación de alguna alergia alimentaria.

Muchas infecciones y dolores de garganta provienen de bacterias de los cepillos de dientes. Los cepillos de dientes se deben cambiar una vez al mes y después de cualquier enfermedad infecciosa.

Tome abundantes líquidos. Lo mejor es tomar jugos frescos. Agregue a su dieta Vitamina C, multi minerales, carotenoides, Vitamina A y E.

Cuando el dolor de garganta es recúrrente o dura más de dos semanas, es posible que haya una enfermedad latente, como mononucleosis.