Retinopatía vascular es un término genérico para referirse a cualquiera de las enfermedades de la retina que se originan en problemas de los vasos sanguíneos locales (dentro del ojo) o de otras partes del cuerpo. Estos problemas pueden ocasionar hemorragia retiniana (exudación de los vasos que trasmiten los fluidos oculares), micro aneurismas (agrandamiento anormal de los vasos sanguíneos del ojo) y, por último, pérdida de visión. La mayoría de los casos se relacionan con diabetes, hipertensión arterial, o con ambos trastornos. La retinopatía diabética se considera una forma de retinopatía vascular.

Para esta enfermedad es importante consumir buenas dosis de calcio y magnesio, selenio, vitamina A, vitamina C, Vitamina E y vitaminas del grupo B.

 

Retinopatía diabética

La diabetes puede producir retinopatía, una enfermedad en la cual algunos de los pequeñísimos capilares que nutren la retina exudan fluido o sangre, lo que deteriora los bastoncillos y los conos, células de la retina sensibles a la luz. Cuando esto ocurre, nuevos capilares se empiezan a formar en el área afectada, lo que también altera la visión. La retinopatía diabética afecta a cerca de 7 millones y deja ciego a aproximadamente 7 mil cada año. Infortunadamente, hay muy pocas señales de advertencia; este problema usualmente no produce síntomas mientras no está muy avanzado.

Si usted sufre de diabetes, no deje de hacerse examinar los ojos una vez al año para detectar oportunamente el comienzo de la retinopatía. Cuando esta enfermedad se detecta a tiempo, la cirugía con láser para suspender la exudación de los vasos sanguíneos ayuda a detener la pérdida de visión.

La vitamina A, en necesaria para combatir todos los trastornos oculares.

 

Phyllis A. Balch. (2000). Recetas Nutritivas que Curan. New York: AVERY.