La arginina retarda el crecimiento de los tumores y el desarrollo de cáncer porque intensifica el funcionamiento del sistema inmunológico. Este aminoácido aumenta el tamaño y la actividad del timo, la glándula que produce los linfocitos T (células T), componentes fundamentales del sistema inmunológico. Por tanto, la arginina es beneficiosa para los pacientes de SIDA y de enfermedades malignas que suprimen el sistema inmunológico. También es útil para las afecciones del hígado, como cirrosis hepática e hígado graso, y contribuye a desintoxicar el hígado neutralizando el amoniaco. El liquido seminal contiene arginina. Algunos estudios indican que la deficiencia de arginina puede retardar la madurez sexual y, a la inversa, que es útil para tratar la esterilidad masculina. Se encuentra en concentraciones altas de la piel y el tejido conectivo, y ayuda a curar y a reparar los tejidos.
La arginina desempeña un papel importante en el metabolismo muscular. Este aminoácido contribuye a sostener el adecuado equilibrio de nitrógeno movilizando y almacenando el exceso de nitrógeno y ayudando a su excreción. La arginina favorece la perdida de peso porque promueve el aumento de la masa muscular y la reducción de la grasa corporal. Ademas, forma parte de numerosas enzimas y hormonas. Así mismo, contribuye a estimular el páncreas para que libere insulina, es un componente de la hormona pituitaria vasopresina y ayuda a la liberación de las hormonas del crecimiento. Como la arginina es un componente del colágeno y ayuda a construir nuevo hueso y células tendinosas, en beneficiosa para la artritis y las alteraciones del tejido conectivo. El tejido cicatricial que se forma cuando las heridas están sanando se compone de colágeno, que es rico en arginina. Cuando hay deficiencia de arginina se alteran diversas funciones del organismo como, por ejemplo, la producción de insulina, la tolerancia a la glucosa y el metabolismo de los lípidos hepáticos.
Este aminoácido se produce en el organismo, no obstante, al comienzo de la vida su producción no es tan rápida como para satisfacer los requerimientos del recién nacido. Entre los alimentos ricos en arginina están: el chocolate, el coco, los productos lácteos, gelatina, carne, avena, maní, soya, nueces, harina blanca, trigo y germen de trigo.
Las personas que tienen infecciones virales, como herpes, no deben tomar suplementos de arginina. Ademas, deben evitar los alimentos ricos en este aminoácido, pues parece que promueve el desarrollo de ciertos virus. Durante el embarazo y la lactancia se deben evitar los suplementos de L-arginina. Las personas esquizofrénicas no deben tomar mas de 30 miligramos al día. No se recomienda consumir estos suplementos a largo plazo, especialmente en dosis altas. Un estudio encontró que tomar dosis altas de arginina durante varias semanas puede producir aspereza y engrosamiento de la piel.
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