Después del resfriado común, la enfermedad periodontal es el problema infeccioso más frecuente y la causa principal de perdida de la dentadura entre los adultos. Los casos de enfermedad periodontal aumenta con la edad; del 15% a los 10 años a mas del 50% a los 50 años.
Periodontal significa alrededor de los dientes”. Por tanto, enfermedad periodontal se refiere a cualquier afección de las encías u otras estructuras que sostienen la dentadura. La gingivitis (inflamación de las encías) es la etapa inicial de la enfermedad periodontal. Es producida por placa – depósitos pegajosos de bacteria, mucosidad y partículas de alimentos – que se deposita sobre los dientes. La acumulación de placa infecta las encías y las inflama. Al inflamarse, se forman cavidades entre las encías y los dientes, donde se deposita mas placa. Otros factores que contribuyen al desarrollo de la gingivitis son respirar por la boca, empastes y prótesis dentales mal ajustados y que irritan el tejido circundante, y una dieta en la cual abundan los alimentos blandos, que privan a los dientes y a las encías del “ejercicio” que necesitan. Las encías se vuelven rojas, blandas y brillantes, y sangran con facilidad. En algunos casos las encías duelen, aunque la gingivitis no suele ser dolorosa.
Cuando no se trata, la gingivitis puede llevar a la piorrea o periodontitis. Está en una etapa avanzada de la enfermedad periodontal, en la cual los huesos que soportan los dientes empiezan a desgastarse como resultado de la infección. La piorrea produce halitosis (mal aliento), sangrado y dolor en las encías. Entre los factores que aumentan el riesgo de que se desarrolle piorrea están mala nutrición, cepillado incorrecto, alimentación poco nutritiva, consumo de azúcar, enfermedad crónica, trastornos glandulares, enfermedad de la sangre, fumar, drogas y abuso del alcohol. La piorrea a menudo se relaciona con deficiencia de vitamina C, Bioflavonoides, calcio, ácido fólico o Niacina.
Los problemas bucales suelen ser reflejo de deficiencias u otros problemas de salud. El sangrado de las encías puede indicar deficiencia de vitamina C; la resequedad y las grietas en las comisuras de la boca, de Vitamina B2, y ambos pueden indicar que existe una deficiencia nutricional generalizada. Los labios secos y cuarteados suelen ser producto de una reacción alérgica. La mucosa bucal irritada y de color rojo vivo puede ser síntoma de estrés; la lengua enrojecida y lisa, de anemia o de falta de nutrientes en la dieta. Las ulceras debajo de la lengua pueden ser una de las primeras manifestaciones de cáncer en la boca.
Consuma una buena variedad de frutas frescas, vegetales hojosos de color verde, carnes y granos enteros para que sus encías y dientes se ejerciten y reciban las vitaminas y minerales esenciales para la salud de la dentadura. Aunque todas las vitaminas y minerales son importantes para la formación y la salud de los dientes, la vitamina C reviste una importancia especial para prevenir la gingivitis y la piorrea. La vitamina A controla el desarrollo y la salud general de las encías; su deficiencia suele conducir a infección en las encías. La vitamina A también es necesaria para el sano desarrollo de la dentadura en los niños. Entre los nutrientes indispensables para la salud dental están sodio, potasio, Q10, vitamina C, Bioflavonoides, calcio, magnesio, fosforo y hierro.
Evite el azúcar y todos los carbohidratos refinados.
Cepíllese los dientes todos los días. Para mantener la enfermedad bajo control, cambie su cepillo de dientes todos los meses y manténgalo limpio.
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