Es una enfermedad obstructiva crónica de los pulmones, producida por dilatación y pérdida de la elasticidad del tejido pulmonar. La persona que sufre de enfisema no puede respirar sin hacer un gran esfuerzo. El aire viciado permanece estancado en los pulmones y esto impide que se realice el indispensable intercambio de oxigeno y dióxido de carbono. El síntoma más frecuente del enfisema es el ahogo seguido de tos cuando la persona hace cualquier esfuerzo, por insignificante que sea.
La mayoría de las personas a las cuales les diagnostican enfisema han fumado durante mucho tiempo. A menudo, los síntomas solo se manifiestan en edad mediana, cuando el individuo empieza a perder capacidad de hacer ejercicio o de realizar trabajos pesados, y aparece una tos seca. Aun cuando los síntomas suelen ser leves al principio, empeoran con el tiempo.
En casos excepcionales el enfisema es resultado de la deficiencia de una proteína llamada antitripsina. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos el enfisema se debe al tabaquismo. Fumar produce inflamación crónica pero leve de los pulmones, lo que aumenta la probabilidad de contraer esta enfermedad, que es progresiva.

Es importante tomar:
Q10 ya que es un poderoso antioxidante.
Cisteína y metionina ayudan a reparar el tejido pulmonar que ha sufrido daño. Estos antioxidantes protegen el tejido de los pulmones.
Beta caroteno y vitamina E son poderosos antioxidantes y transportadores de oxigeno. Su deficiencia puede conducir a la destrucción de las membranas celulares.
Vitamina c con bioflavonoides ya que fortalecen la respuesta inmunológica y ayudan a la curación de los tejidos inflamados.