Cualquier lesión en los tejidos internos de la nariz puede producir hemorragia. La lesión puede ser resultado de un golpe en la nariz, la introducción de objetos extraños (incluidos los dedos), de un cambio abrupto de la presión atmosférica o, sencillamente, de sonarse la nariz con demasiada fuerza. La hemorragia nasal es más frecuente en el invierno, pues la calefacción tiende a secar el aire. La sequedad excesiva puede hacer que las membranas nasales se cuarteen, formen costras y sangren.
En algunos casos la epistaxis – termino medico para la hemorragia nasal – se asocia con enfermedades. La arteriosclerosis, la presión arterial alta, la malaria, la fiebre escarlatina, la sinusitis y la fiebre tifoidea ocasionan hemorragias por las fosas nasales que puede llegar a ser grave y producir una pérdida significativa de sangre. Las enfermedades que aumentan la tendencia al sangrado, como hemofilia, leucemia, trombocitopenia (concentración anormalmente baja de plaquetas en la sangre), anemia a plástica o enfermedades hepáticas, también inciden en la hemorragia nasal.
La hemorragia nasal es mucho mas frecuente en los niños que en los adultos. Esto se debe en gran parte a que los niños son más dados a introducirse los dedos y otros objetos en la nariz. Además, los tejidos del organismo infantil, incluidas las membranas mucosas que recubren la nariz, son más finos que la de los adultos y, por tanto, mas susceptibles a sufrir daño.
Dependiendo del origen del sangrado en el interior de la nariz, las hemorragias nasales corresponden a dos clasificaciones. La hemorragia nasal posterior afecta fundamentalmente a las personas de edad avanzada y a las que sufren de presión arterial alta. En esta clase de hemorragia, la sangre proviene de la parte posterior de la nariz y corre por detrás de boca hacia la garganta, sin importar la posición en la cual se encuentre la persona. Este tipo de hemorragia la sangre suele ser de color rojo oscuro, aunque también puede ser de color rojo brillante. Cuando la hemorragia es severa, la sangre también puede fluir por las fosas nasales.
En la hemorragia nasal anterior la sangre fluye de la parte frontal de la nariz y es de color rojo brillante. Este tipo de hemorragia, al cual corresponde la gran mayoría de los casos, suele originarse en trauma del tejido nasal. Cuando la persona se para o se sienta, la sangre fluye de una o ambas fosas nasales. Cuando la persona se acuesta sobre la espalda, la sangre fluye hacia atrás, es decir, hacia la garganta. A pesar de que este tipo de hemorragia nasal es atemorizante porque da la sensación de que brota una cantidad excesiva de sangre, en realidad no suele revestir ninguna gravedad y la sangre que se pierde es poca.
Para detener una hemorragia nasal anterior, haga lo siguiente:
- Con mucha suavidad suénese la nariz para que salgan todo los coágulos de ambas fosas nasales.
- Siéntese e inclínese hacia adelante (no incline la cabeza hacia atrás)
- Con los dedos pulgar e índice, comprima durante diez minutos todas las partes blandas de nariz. La presión debe ser firme, pero no debe producir dolor
- Aplíquese hielo o un paño frio en la nariz, el cuello y las mejillas. Esto se puede hacer mientras se aplica la presión y/o después de aplicar la presión
- Acuéstese mientras la hemorragia se detiene. Absténgase de realizar cualquier actividad física durante unas cuantas horas, y evite el ejercicio vigoroso durante por lo menos dos días.
Cuando la hemorragia este bajo control, aplíquese una pequeña cantidad de vitamina E. Mientras se mejora consuma abundantes alimentos ricos en vitamina K, que es esencial para la coagulación normal de la sangre. Buenas fuentes de vitamina K son: alfalfa, col rizada y todos los vegetales hojosos de color verde oscuro. Añada también Bioflavonoides y vitamina C.
Evite todos los alimentos ricos en salicilatos, sustancias parecidas a la aspirina, que se encuentra en el te y el café, asi como también en la mayoría de las frutas y vegetales como: manzana, almendras, uvas, durazno, todas las bayas, cerezas, pepino, menta, pimientos, ciruelas, pasas y tomates.
A fin de evitar la hemorragia nasal, incrementa la humedad del ambiente, en especial durante el invierno. Para contrarrestar la sequedad de los conductos nasales, de vez en cuando aplíquese dentro de las fosas nasales agua tibia en aerosol.
Algunos médicos recomiendan humedecer con vinagre blanco el trocito de gasa o de algodón que a veces es necesario introducir en la nariz para detener el sangrado. Esos médicos sostienen que el acido del vinagre blanco ayuda a detener el sangrado porque cauteriza suavemente los vasos sanguíneos rotos.
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