La metionina es un aminoácido esencial  que ayuda a descomponer las grasas; por lo tanto, evita que en el hígado y en las arterias se acumule grasas que podría obstruir el flujo sanguíneo hacia el cerebro, corazón y los riñones. La síntesis de los aminoácidos cisteína y taurina depende de la disponibilidad de metionina. Este aminoácido le ayuda al sistema digestivo, desintoxica el organismo de agentes nocivos como plomo y otros metales pesados, disminuye la debilidad muscular, evita la fragilidad del cabello y protege contra la radiación. Además, es beneficioso para quienes sufren de osteoporosis o alergias químicas. Es útil, también, para el tratamiento de la fiebre reumática y la toxemia del embarazo.

La metionina es un poderoso antioxidante. Es una buena fuente de azufre, que suprime la actividad de los radicales libres. La metionina también es provechosa para los pacientes del síndrome de Gilbert (una anomalía de la función hepática) y se requiere para la síntesis de los ácidos nucleídos, el colágeno y la proteína de todas las células del organismo. Es conveniente para las mujeres que toman anticonceptivos orales porque estimula la excreción de estrógeno. También reduce los niveles de histamina en el organismo, lo cual es provechoso para las personas esquizofrénicas, cuyos niveles de histamina son más altos de lo normal.

Al aumentar el nivel de las sustancias toxicas en el organismo, también aumenta la necesidad de metionina. El organismo, también puede convertir la metionina en el aminoácido cisteína, un precursor del glutatión. La metionina protege, pues, al glutatión, le impide que se agote cuando el organismo esta sobrecargado de toxinas. Como el glutatión es un neutralizador clave de las toxinas hepáticas, protege al hígado de los efectos perjudiciales de los compuestos tóxicos.

Como aminoácido esencial, la metionina no es sintetizada en el cuerpo; por tanto, debe obtenerse en los alimentos o en suplementos dietéticos. Buenas fuentes de metionina son: frijoles, huevos, pescado, ajo, lentejas, carne, cebolla, soya, semillas y yogur. Debido a que el organismo utiliza metionina para producir un alimento cerebral llamado colina, conviene complementar la dieta con colina o lecitina (que son ricas en colina) para garantizar que no se agoten las reservas de metionina.

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