La caspa es un problema muy común del cuero cabelludo que se presenta cuando las células muertas se desprenden y producen molestas escamas blancas. La causa más frecuente de la caspa es la seborrea, una enfermedad inflamatoria de la piel que produce descamación y que es resultado de alteraciones de las glándulas sebáceas (productoras de grasa). Factores como estrés, enfermedad, desequilibrio hormonal, consumo inadecuado de carbohidratos y consumo de azúcar pueden precipitar la aparición de la caspa.
Haga una dieta que consista entre el 50% y 75% de alimentos crudos. Consuma productos agrios, como yogur. Evite los alimentos fritos, los productos lácteos, la harina, el chocolate, las nueces y los mariscos.
Otros factores que se han asociado con este trastorno son deficiencias de nutrientes, como vitaminas del complejo B, ácidos grasos esenciales y selenio. La caspa crónica puede tener relación con la calvicie y la caída general del cabello.
Antes de lavarse el cabello, masajéese el cuero cabelludo con el jugo de medio limón mezclando aproximadamente ocho cucharadas de aceite de cacahuate puro. Déjeselo entre cinco y diez minutos. Luego, lávese el cabello con shampoo.
No se rasque el cuero cabelludo. Lávese el cabello con frecuencia y utilice un shampoo que no sea grasoso. Utilice para el cabello solamente productos naturales que no contengan químicos. No use jabones fuertes ni se aplique cremas o ungüentos grasosos.
Si el médico le receta antibióticos, tome cantidades adicionales de vitamina de complejo B. Tome, además, selenio, Vitamina B6, Vitamina E, Zinc, aminoácidos, beta caroteno, Vitamina A, Bioflavonoides y cisteína.
Si la caspa es un problema recurrente o los síntomas han empeorado, consulte con su médico.
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