Es un trastorno cerebral poco comprendido, que afecta aproximadamente a cuatro de cada diez mil personas.

El autismo se diagnostica habitualmente en la primera infancia (antes de los tres años) y se caracteriza por una marcada inferencia ante los demás y ante el medio que rodea a la persona. Desde el punto de vista físico, el individuo autista es igual a los demás; sin embargo, desde muy temprana edad presenta conductas evidentemente distintas. Mientras que la mayoría de los bebés disfrutan cuando los levantan y los acarician, los bebés autistas no muestran ningún interés ante las manifestaciones de afecto a los demás. Al ir creciendo no forman vínculos con otras personas como la mayoría de los niños; en cambio, da la sensación de que se refugian dentro de sí mismos. Muchos niños autistas también presentan conductas inusuales e impredecibles, como mecerse ininterrumpidamente, golpear con los pies mientras están sentados, o permanecer sentados durante largos periodos en silencio. Algunos presentan episodios de hiperactividad durante los cuales se muerden o se golpean.

Los niños autistas tienen dificultades de aprendizaje; además no es raro que presenten discapacidad mental. El desarrollo existe del lenguaje suele ser demorado y, en muchos casos, no existe o está limitado a balbuceos o repetición de sonidos semejantes y carentes de sentido. Mientras que la inteligencia de algunos niños autistas es inferior a lo normal, la de otros se ajusta al rango normal.

La causa del autismo es desconocida. Estudios comparativos con hermanos mellizos indican que puede haber un componente hereditario en este trastorno. Algunos expertos opinan que se debe a un desequilibrio neurológico o a una alteración que vuelve al individuo autista exageradamente sensible a los estímulos externos. Se sabe que el autismo no es causado por el abandono de los padres ni por su conducta, como se creía antes.

Estudios han revelado que los suplementos de vitamina B6 y magnesio dan buenos resultados en niños y adultos autistas. Además suele haber una mejoría impresionante después de eliminar de la dieta químicos y alimentos alergénicos. Aunado a ello se comprobó que un número significativo de ellos tienen desórdenes gastrointestinales, incluyendo enfermedad célica y otra clase de intolerancia a los alimentos.