La infección de la vejiga, causada generalmente por algún tipo de bacteria, suele convertirse en cistitis o inflamación de la vejiga. Aproximadamente el 85% de todas la infecciones  del tracto urinario son producidas por el bacilo Escherichia coli, que se suele encontrar en el intestino. La clamidia también puede causar problemas de vejiga. En las mujeres, bacterias originadas en contaminación fecal o en secreciones vaginales pueden llegar hasta la vejiga viajando por la uretra. La cistitis es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres por la proximidad del ano, la vagina y la uretra, y por que la uretra de la mujer es corta. Todo esto facilita la transmisión de bacterias desde el ano hacia la vagina y la uretra, y de esta a la vejiga. En los hombres las bacterias llegan a la vejiga bien ascendiendo por la uretra, o bien migrando desde la glándula prostática cuando está infectada. Mientras que en las mujeres las infecciones de la vejiga son relativamente comunes, en los hombres pueden indicar que existe un problema mucho más grave, como prostatitis.

Las infecciones de la vejiga se caracterizan por un deseo urgente de expulsar la orina. La micción suele ser frecuente y dolorosa; incluso muy poco después de vaciar la vejiga se experimenta de nuevo  la necesidad de orinar. Por lo regular, la apariencia de la orina es turbia y el olor, fuerte y desagradable. Los niños con infección en la vejiga a menudo se quejan de dolor en la parte baja del abdomen y de ardor al orinar. La orina puede contener sangre. Aunque la cistitis es mas una molestia que una enfermedad grave, cuando no se trata puede llegar a convertirse en una infección renal.

Muchos factores aumentan la probabilidad de adquirir una infección en la vejiga, como embarazo, relaciones sexuales, uso del diafragma y enfermedades sistémicas, como diabetes. Otros factores que influyen son estrechez de la uretra a causa de infecciones anteriores, y anormalidades estructurales u obstrucción del tracto urinario que impiden el flujo libre de la orina.

Es importante beber líquidos abundantes, especialmente jugo de arándano. Cada hora tome por lo menos un vaso de agua. Esto es sumamente beneficioso para las infecciones del tracto urinario. Incluya en su dieta apio, perejil y melón y añade vitamina C, bioflavonoides, calcio y magnesio, vitamina A, beta carotenos, potasio, complejo B y vitamina E. Evite frutas cítricas porque aumentan la alcalinidad de la orina.

Manténgase alejado del alcohol, la cafeína, las bebidas carbonatadas, el café, el chocolate, los alimentos procesados y los azucares simples.

Dese todos los días baños de asiento con agua caliente, de veinte minutos. Los baños de asiento mitigan el dolor de la cistitis.

Mantenga limpias y secas las áreas genital y anal. Además, deben vaciar la vejiga antes y después de hacer ejercicio y de las relaciones sexuales. Así mismo deben lavar la vagina después del coito.

Utilice ropa interior de algodón, no utilice sprays para la higiene femenina, espumas para el baño, tampones, toallas sanitarias ni papel higiénico con fragancia.

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