16 maneras rápidas de perder peso.

Ya debes de saber que las dietas milagrosas y veloces no existen. Sin embargo, los hábitos que cambies te pueden servir para ayudar en este proceso. Si tienes problemas de obesidad o sobre peso, más allá de seguir un plan de alimentación adecuado, es preciso que modifiques algunas costumbres.

Las 16 maneras de perder peso más fácil

Cambia lo que ordenas en un restaurante: si eres amante del fast food sobre todo en el almuerzo en la oficina, comienza a mirar otra parte de la carta, las ensaladas o las tartas son una excelente opción. También puede ser alguna pieza de pollo o carne a la parrilla.

Elimina los snacks: cuando estás preparando la cena o todavía falta un rato para comer, es probable que sacies tu hambre con snacks de paquete. Además de ser muy adictivos, contienen muchas calorías. Si tienes mucho hambre, prefiere una fruta o barra de cereal.

Consume un desayuno de 300 calorías: una combinación saludable de proteínas y cereales es lo que te permite tener mucha energía durante todo el día y lo que es mejor, comer menos a cualquier hora. Si no eres de desayunar, no intentes atiborrarte de comida desde el primer día, sino añade de a poco un elemento más.

Haz ejercicio 20 minutos al día: no es necesario que te anotes en un gimnasio, puedes aprovechar para hacer las compras, ir a buscar a tus hijos al colegio caminando, subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, bajarte antes del autobús, lavar el coche, cortar el césped o jugar con tus niños en el parque.

Puedes sacar 20 minutos al día para jugar con tus hijos, esto además de mejorar la relación con ellos, también te permitirá bajar peso fácilmente.

Deja de fumar: este hábito no sólo es dañino para el organismo, sino que además no te permite bajar de peso, ya que ante cualquier ejercicio te agitas y no puedes continuar. Si bien es cierto que muchos engordan cuando dejan el cigarrillo, lo podrás bajar con una dieta adecuada y sobre todo, le brindarás salud a tus pulmones.

Elimina todo lo que no puedes comer: Uno de los problemas entre los que hacen dieta es la tentación. Si en tu alacena hay muchos alimentos “prohibidos”, sustitúyelos por aquellos saludables. Los snacks bajos en calorías por ejemplo, la harina integral o los cereales en lugar de patatas fritas, harina refinada y chocolates.

Reúnete para hacer ejercicio: en lugar de juntarse con amigos para ir a comer una pizza, prefiere citarlos en el parque para hacer ejercicio o al menos, para respirar aire puro. Pueden caminar alrededor de una fuente o hasta ir a bailar.

Busca entusiasmo: carga tu reproductor con canciones aptas para el gimnasio y el ejercicio, así te darán más ganas de salir a caminar o correr en lugar de quedarte en casa.

Come mucha más verdura: añade a todas tus comidas vegetales, por ejemplo, pizza con rúcula o fideos con berenjenas y zapallitos. Estarás satisfecho y no querrás probar postres u otros platos.

Añade ejercicio a tu vida: trata de combinar tu rutina de manera tal que siempre hagas ejercicio. Por ejemplo, mientras miras televisión puedes hacer abdominales o bien bailar viendo vídeos musicales.

Pasea por más tiempo a tu perro: esto te permitirá salir de tu casa, respirar aire puro y a su vez, pasar momentos con tu mascota para que él también haga ejercicio. Si te animas, añade los rollers o la bicicleta al paseo.

No “agrandes los combos”: es muy común pedir el menú agrandado, porque en relación a lo que cuesta casi ni nos damos cuenta. Sin embargo, una orden pequeña de patatas fritas o gaseosa te permitirá darte el gusto de una comida rápida de vez en cuando.

No comas postre: Piensa en el dinero que te ahorras si no pides algo dulce luego del almuerzo o la cena. Con ello podrás comprar los regalos de navidad para toda tu familia.

Comienza una nueva clase de gimnasia: puedes optar por aprender a bailar salsa o danza árabe o si eres más tranquilo, yoga o tai chi. El spinning es una excelente opción para adelgazar, por ejemplo. También en los gimnasios se ofrecen clases que combinan aeróbica con boxeo.

No comas a la madrugada: Si eres de los que se levanta durante la noche, abre el refrigerador y busca algo para “picar”, debes cambiar este hábito por uno más saludable. Si no hay nada interesante allí para saciar tu hambre, puedes probar bebiendo un vaso de agua. A veces confundimos el hambre con la sed.

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