Mucho se habla de las propiedades nutritivas del chocolate, particularmente del negro, el más puro de todos, cuya alta concentración de cacao contiene enormes propiedades antioxidantes por la presencia del flavonol, un componente que previene, entre otras, la formación de coágulos.

Además de estas cualidades, el chocolate guarda en cada mordisco otros beneficios y virtudes que vale la pena conocer.

Disfruta del placer de su sabor

Por eso y más, en Nutrición Ortomolecular, te decimos cuáles son los 7 “buenos momentos” en los que conviene comer un pedacito de chocolate.

1. Cuando estas enamorada y bien acompañada. El chocolate es uno de los afrodisiacos naturales más potentes y efectivos. Investigaciones han revelado que un pedazo de este manjar negro duplica los latidos del corazón, principalmente en las mujeres y que podría excitar más que un beso.

2. Cuando quieras sentirte bien. Diversos estudios han comprobado que es un gran aliado para levantar el ánimo, principalmente en la etapa pre-menstrual.

Estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor imprescindible para la sensación de bienestar general del organismo. Por eso, comer chocolate satisface los sentidos, la mente y el cuerpo grandes y pequeños. Siempre se le ha considerado como un antidepresivo natural.

3. Cuando quieras adelgazar. Los aportes calóricos del chocolate varían entre las 490 y las 540 Kcal por 100 gramos, valores que dependen del porcentaje de leche y mantequilla que contienen.

La cantidad diaria recomendada es de 20 gramos al día, que contienen alrededor de 100 Kcal, una cifra muy razonable. El chocolate negro tiene menos calorías que el blanco o con leche, más ricos en mantequilla y leche.

Científicos de la Universidad de Warwick (Inglaterra), han creado un chocolate cuyos aportes calóricos están reducidos al 50%, sustituyendo el azúcar y la mantequilla por microgránulos de jugo de naranja y arándanos. El resultado: una tableta de chocolate golosa y buena para la salud… ¡y la línea!

4. Cuando llegas a casa después de un día de estrés. Gracias al triptófano, un aminoácido esencial en la dieta humana, el chocolate ayuda a reducir el estrés y posee una acción calmante.

Consumir de manera cotidiana 20 gramos de chocolate basta para recuperar energías, aumentar el rendimiento físico y mental, combatir el cansancio que produce el trabajo o el estudio, y disminuir considerablemente el estrés y las tensiones.

5. Cuando quieras mantenerte siempre joven. Los elementos que componen el chocolate lo convierten en un antioxidante muy potente para el organismo.

Entre otras sustancias, el chocolate contiene vitamina A, C, D, E, B1, B2, fósforo, magnesio, potasio y calcio: la mezcla perfecta para aportar energía y, al mismo tiempo, combatir contra los radicales libres, responsables del envejecimiento celular.

6. Cuando te quieras poner guapa. Las terapias de belleza con cacao existen. Los polifenoles que lo componen tienen propiedades adelgazantes y en algunos centros de belleza se practican masajes reductores y anticelulíticos a base de chocolate.

Todas las sustancias presentes en el cacao mejoran la microcirculación, mejorando el tono muscular, y el aspecto de la piel, que gracias a estos tratamientos recupera todo su esplendor y suavidad.

7. Y si estás embarazada. El consumo de chocolate durante el embarazo está relacionado con la felicidad del bebé al nacer.

Científicos de la Universidad de Helsinki (Finlandia) han descubierto que las mujeres que comen chocolate durante el periodo de gestación tienen hijos más activos, felices y sonrientes. El estudio muestra también que comerlo disminuye los efectos negativos de las tensiones y la fatiga en el embarazo.

Después de leer estas virtudes y saber de las propiedades nutritivas del chocolate, ¿quién puede resistirse a un trocito?.