7 pequeños cambios que te ayudan a bajar de peso.

¿Sabías que comer fruta en la comida engorda? ¿O que es mejor no mezclar demasiados alimentos en una comida? ¿Que la proteína ayuda a reducir la cintura?

¿Qué lo que comemos a partir de la tarde engorda mucho más? ¿O que las grasas saludables no engordan igual que las que no lo son?

Te explicamos 7 tips que te sorprenderán porque son pequeños cambios que puedes hacer para ayudarte a bajar de peso sin esfuerzo cambiando algunos hábitos, sin sufrimientos ni sacrificios innecesarios.

La fruta… ¡fuera de las comidas!

La fruta es sanísima y muy necesaria en nuestra dieta. Deberíamos consumir dos o tres piezas de fruta fresca y de temporada cada día, ya que nos aporta vitaminas, minerales y fibra. Pero por su contenido en ácidos y azúcares, y por su rápida digestión, si la tomamos de postre empeorará nuestro sistema digestivo, provocando fermentaciones que pueden causar gases, y además, al no ser asimilada correctamente, no engordará. En cambio, si la comemos a media mañana o a media tarde el efecto es totalmente opuesto, ya que la fruta es muy saciante y nos ayuda a evitar que piquemos alimentos menos saludables. Las únicas excepciones que podemos hacer en la comida son las manzanas y las peras, que se consideran frutas neutras.

Come sencillo sin mezclar demasiado

Todos podemos hacer excepciones cuando tenemos invitados o comemos fuera, pero en el día a día nos conviene más preparar platos sencillos en los que haya algo de vegetal, algo de cereal o fécula y algo de proteína. Con eso tenemos un menú completo y equilibrado y facilitamos una absorción positiva de los nutrientes.

¿Cómo hacemos entonces un menú?

Vegetal: ensalada, verdura, gazpacho, crema, sopa, manzana o pera

Cereal o fécula: arroz, pasta, patata, pan, etc.

Proteína: carne, pescado, huevo, legumbre, frutos secos o proteína vegetal

La proteína adelgaza

Hoy en día se abusa mucho de los carbohidratos, como por ejemplo los bocadillos, la pasta, la pizza, la bollería, etc. Los carbohidratos nos dan energía para todo el día, pero si abusamos y no usamos esa energía se transformará en reservas, es decir, que nos engordará. En cambio, en el otro extremo tenemos las dietas altas en proteína que tampoco son saludables, porque aunque uno se adelgaza rápido, pueden sobrecargar los riñones y el hígado y además hacer efecto yo-yo. Por eso recomendamos incluir una buena cantidad de proteína, pero sin abusar. Que en cada comida haya algo de proteína. No sólo quemaremos más calorías si no que también veremos como se reduce nuestra cintura.

La fibra reduce la hinchazón

La fibra es imprescindible para un buen funcionamiento intestinal, ya que si estos órganos no funcionan correctamente debido a estreñimiento, diarreas o cualquier otro problema, la barriga se inflama. Por eso consumiremos diariamente alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras, y los carbohidratos preferiblemente siempre integrales. También deberemos beber más agua entre comidas para ayudar a eliminar bien la fibra.

A partir de la tarde… no comas casi nada

Cada país tiene sus horarios, y no es lo mismo el invierno que el verano, pero lo cierto es que lo que consumimos por la tarde y por la noche no solemos quemarlo ya, y por lo tanto nos engorda, nos dificulta el sueño y el descanso del hígado. Por la tarde-noche optaremos por infusiones, cremas de verduras, sopas, ensaladas, frutas poco dulces, algo de proteína, etc.

No todas las grasas son iguales

¿Sabías que no engorda igual un bollo que un aguacate? No debemos limitarnos a contar las calorías, si no que debemos tener en cuenta que las grasas saludables son imprescindibles para nuestro organismo, el cual las usa para nutrir los órganos, hidratar la piel y las mucosas, etc. En cambio, las perjudiciales no aportan tantos nutrientes y son dañinas, por lo que el cuerpo las considera “reservas”. Elige grasas saludables como los frutos secos, los aceites vegetales de calidad, el pescado o el huevo, y evita las grasas hidrogenadas, los fritos, los embutidos, etc.

Aprende a comer

Engordar o adelgazar no depende sólo de las calorías que ingerimos, si no de la manera como comemos:

Mastica bien los alimentos

No comas de pie o con prisa

Descansa al menos 10 minutos antes de volver a la rutina

No bebas demasiado en la comida

No comas grandes cantidades de golpe

Disfruta de la comida pero no te obsesiones con ella

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