De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ideal es tomar dos litros de agua al día, pero no existen indicaciones sobre la temperatura a la que debe estar. Sin embargo debes saber que consumir bebidas frías o calientes tiene un impacto diferente en el organismo.

El cuerpo necesita mantener una temperatura interna de 37 grados para su correcto funcionamiento, cuando tomas  gran cantidad de bebida muy fría provocas una repentina baja de este nivel, por lo que el organismo debe trabajar más para recuperar su calor natural.

“Placer” en frío

Aunque te puedan parecer deliciosas, las bebidas frías tienen muchos impactos en tu organismo, estas son algunas razones por las que no debes consumirlas de forma constante o en exceso.

1. Fijan las grasas. Las bebidas frías causan que las grasas que se consumen en los alimentos se “solidifiquen” y asienten en las paredes del aparato digestivo, afirma María Alejandra Rodríguez Zia, endocrinóloga y especialista en medicina orthomolecular.

2. Producen dolor de cabeza. Cuando la bebida pasa por tu boca enfría rápidamente al cerebro, por el propio intercambio de calor que se produce, para contrarrestarlo la arteria anterior cerebral se dilata para conseguir atraer más calor por la sangre, esto cambia la presión y genera el dolor.

3. Afectan la digestión. Debido a que el organismo debe de calentar las bebidas frías, y los alimentos, antes de que ocurra la digestión, ésta reduce su ritmo haciéndose sustancialmente más lenta, indica Susan E. Brown, nutrióloga certificada autora de “Better Bones, Better Body”.

4. Causan náuseas. De manera general los refrescos y demás bebidas carbonatadas pueden causar hinchazón en el estómago y gases, pero cuando están muy frías también derivan en malestares estomacales e incluso náuseas cuando se consumen con el estómago “vacío”.

5. Provocan bochornos. Aunque las consumas para calmar el calor, en realidad la sensación de frescor se desvanece rápido, debido a que entre más energía necesite gastar el organismo para regresar a su temperatura original más calentamiento generará.

6. Llevan a la sensibilidad dental. El consumo excesivo de bebidas frías contribuye al aumento y/o generación de la sensibilidad dental, trastorno que causa rechinamiento de los dientes y vibraciones sobre el hueso, revela Carolina Benalal, cirujano dentista.

7. Cierran la garganta. Aunque los dolores de garganta con inflamación pueden ser reducidos con el consumo de bebidas frías, éstas también llegan a provocar la pérdida de la voz temporal o afonía, debido a las reacciones adversas.

Si bien consumir bebidas frías puede saciar más la sed debido a que reprime la sensación de dulzura, según indica un estudio de la Yale School of Medicine, tampoco se debe abusar de su consumo porque eso implica complicaciones.