El limón es uno de los frutos más comunes en todos los hogares, pues además de ser muy versátil en la gastronomía, también es conocido desde la antigüedad por todas sus propiedades medicinales que ayudan en la prevención y tratamiento de muchas enfermedades.

Seguramente a nivel medicinal has conocido este fruto por los viejos remedios caseros de la abuela o por recomendación de alguien. La verdad es que hoy en día la mayor parte de las personas conocen muchas de las propiedades de los limones y esto ha hecho que, con más deseo, todos los quieran incluir en su dieta.

¿Por qué son saludables los limones?

Sin duda una de las grandes virtudes de los limones es su alto contenido de Vitamina C, la cual fortalece el sistema inmune, combate enfermedades y favorece la eliminación de toxinas. Pero además de la vitamina C, el limón se caracteriza por tener casi 30 componentes antioxidantes, numerosos flavonoides como la rutina, hesperidina, naringenina y luteína; además, contiene betacarotenos y ácidio cafeico.

Todos estos componentes de los limones lo convierten en uno de los frutos medicinales más poderosos  y saludables que podemos encontrar. Si aún no empiezas a consumir limón regularmente, a continuación te dejamos algunas razones para que te convenzas de lo bueno que puede ser incluirlo con más frecuencia en tu día a día.

Fortalece el sistema inmunológico

Al ser ricos en vitamina C, los limones son ideales para prevenir y combatir problemas respiratorios y resfriados. Además, sus contenidos de potasio estimulan las funciones cerebrales y nerviosas, ayudando también a controlar la presión arterial.

Puede ayudar a bajar de peso

El limón, además de su vitamina C, también posee otros antioxidantes que favorecen la eliminación de toxinas y desechos que el cuerpo no necesita. Es ideal para combatir la retención de líquidos, y por sus contenidos de fibra pectina, es ideal para controlar la ansiedad por la comida.

Favorece la digestión

Además de favorecer la eliminación de toxinas del organismo, el limón impulsa la producción de bilis, el cual es esencial para una buena digestión, evitando problemas como la acidez estomacal, los gases y el estreñimiento.

Limpia la piel

Por sus altos contenidos de vitamina C, el limón es ideal para disminuir la apariencia de las arrugas y manchas en la piel. Su poder antioxidante ayuda a mantener la piel libre de impurezas y además favorece la hidratación de la misma. Estos beneficios se pueden aprovechar tanto con su consumo interno, como con su uso tópico.

Ayuda a equilibrar el pH

Mantener una dieta rica en alimentos alcalinos es ideal para equilibrar el pH y mantenernos saludables. El limón, a pesar de tener ácido cítrico, una vez metabolizado, se convierte en un alcalino que contribuye al equilibrio del pH en nuestro organismo.

Cuida la vista

Sus altos contenidos de antioxidantes, lo convierten en un gran aliado para la salud de la vista, ya que la previene de enfermedades degenerativas como la perdida de la visión y las cataratas.

Favorece el sistema cardiovascular

Los poderes antioxidantes del limón, sus contenidos de rutina y hesperidina, lo convierten en el aliado ideal para el mantenimiento de las arterias. Gracias a esto es posible prevenir los derrames en las venas y capilares, además, entre otras cosas previene la hipertensión, la aparición de hemorroides o varices, evita la formación de moretones, entre otros.

Ayuda a reducir el estrés

Al ser ricos en Vitamina C, los limones ayudan a mantenerte más activo y tranquilo durante el día. Gracias a esto tu mente está menos agotada y estás en menos riesgo de sufrir estrés.

¿Cómo se pueden comer los limones?

Como decíamos al principio, los limones son un alimento muy versátil que podemos incluir en muchas preparaciones. La mejor forma de aprovechar las propiedades del limón es beber su zumo en un vaso con agua tibia, preferiblemente en ayunas.

También se puede incluir fácilmente en ensaladas, en cocteles, en postres, en jugos y tomar en la clásica limonada.

Preparar una limonada refrescante

En los días de intenso verano y en cualquier momento del año en que nos queramos refrescar e hidratar, no hay nada más delicioso que una buena limonada. A continuación te dejamos los pasos para que hagas una limonada deliciosa y refrescante.

Ingredientes

4 limones
1 litro de agua
Miel
Hielo

¿Qué debes hacer?

Corta por la mitad los limones y exprímelos en una jarra. Agrega el litro de agua, endulza con un poco de miel y finalmente agrega unos cuantos cubos de hielo para que quede más refrescante. Es ideal para beber durante el día y también es una gran forma de aprovechar todas las propiedades del limón.