El cáncer se ha convertido en una de las enfermedades que más índices de mortalidad deja al año en todo el mundo, siendo diagnosticado todos los días en cientos de pacientes. De acuerdo con los expertos, un 80% de los casos son desarrollados por la acción de agentes externos que actúan sobre el organismo causando alteraciones en las células. Por lo tanto, las investigaciones han encontrado que modificando los hábitos de vida para evitar el contacto con estos agentes, es posible prevenir esta enfermedad.
¿Qué papel juega la alimentación? Uno de los factores que más influye en la prevención del cáncer es la alimentación. Son muchos los estudios que se han dedicado a observar la reacción de los alimentos con las células cancerígenas, determinando que hay ciertos alimentos que tienen un efecto que impiden y retrasan la formación o proliferación de células cancerígenas.
Los alimentos ricos en antioxidantes juegan un papel muy importante en la prevención y tratamiento del cáncer, es por esta razón que los expertos recomiendan la ingesta frecuente de frutas y verduras, especialmente aquéllas con alto contenido en beta-caroteno y licopeno. A continuación te mencionamos los 9 alimentos más poderosos para prevenir el cáncer de mama.
Legumbres
Las investigaciones encontraron que las mujeres que comen legumbres al menos dos veces por semana, tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama, que aquellas que las comen con menos frecuencia. Todas las legumbres son una fuente rica de fibra, pero las lentejas son las que más se destacan por sus altos contenidos en antioxidantes. Incluir en la dieta más lentejas, garbanzos, guisantes, entre otros, puede ayudar a prevenir especialmente el cáncer de colon y de mama.
Arándanos
Los arándanos frescos son una fuente rica en antioxidantes, entre los que se incluye el ácido clorogénico para combatir el cáncer, así como los pigmentos de antocianina que les dan su color. El poder antioxidante de un alimento se mide en su capacidad de absorción de radicales libres de oxígeno, y se ha encontrado que los arándanos son más poderosos que cualquier otra fruta o verdura. Además de esto, los arándanos tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar en el tratamiento de la artritis, y los de la variedad roja son un tratamiento eficaz para las infecciones del tracto urinario.
Brócoli
El brócoli es una de las fuentes más ricas de sulforafano, un compuesto que se cree que inhibe fuertemente varios tipos de cánceres. Las investigaciones sugieren que el sulforafano estimula propiamente las enzimas que combaten el cáncer, disminuyendo la velocidad de crecimiento de las células del cáncer de mama y de próstata.
Linaza
De acuerdo con una investigación realizada por científicos de la Universidad de Toronto, aquellas mujeres con cáncer de mamá que consumían diariamente 2 cucharadas de linaza molida, mostraron una disminución en el ritmo de crecimiento de las células del cáncer.
Ajo
Los científicos encontraron que el azufre y otros compuestos presentes en el ajo retardan el crecimiento de células tumorales.
Té verde
El té verde es una fuente rica de antioxidantes, entre los que se destaca las catequinas. Los estudios encontraron que las mujeres que beben frecuentemente té verde, son menos propensas a desarrollar cáncer de seno.
Setas
Karen Graham, nutricionista de Arizona, se atreve a afirmar que las setas contienen más antioxidantes que las calabazas, zanahorias y tomates, explicando que esto se debe a la presencia de ergotioneina y selenio, dos antioxidantes e inmunoestimulantes que cortan su riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares. De hecho, un estudio publicado en el International Journal of Cancer, encontró que las mujeres que comieron 10 gramos de setas por día eran un 64% menos propensas a desarrollar cáncer de mama en comparación con aquéllas que no lo hicieron.
Salmón
Investigadores de la Universidad del Sur de California y la Universidad Nacional de Singapur encontraron que las mujeres postmenopáusicas que consumieron un promedio de 1.5 a 3 onzas de pescados y/o mariscos todos los días eran un 26% menos propensas a desarrollar cáncer de mama, en comparación de aquéllas que consumieron con menos frecuencia en los 5 años que duró la investigación.
Espinacas
El poder anticancerígeno de las espinacas se debe principalmente a sus contenidos de betacaroteno y luteína, dos antioxidantes de gran alcance. Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, encontraron que las mujeres que comen espinacas más de dos veces por semana, tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama, en comparación de aquéllas que rara vez incluyen el vegetal en la dieta.
Deja una respuesta