Este es uno de los órganos más grandes del cuerpo y nuestra carta de presentación, que también es vulnerable a nuestros estados de ánimo; por ello hay signos en tu piel que muestran que sufres estrés.
Los sentimientos internos podrían afectar cómo nos vemos en el exterior. Estrés, depresión y ansiedad se reflejan en un aumento en problemas de la piel, cabello o uñas, explica Richard G. Fried, dermatólogo y psicólogo clínico de la American Academy of Dermatology.
Relájate, no estropees su apariencia
El estrés puede manifestarse en la apariencia de diversas maneras y síntomas, pero sobre todo hace la piel más sensible y reactiva. Estos son algunos signos que Richard G. Fried menciona:
- Acné. Es una inflamación producida por el aumento de la secreción de sebo en la piel que obstruye los poros. Esta respuesta se produce por diversos problemas entre genéticos y hormonales.
Sin embargo, el estrés es un factor de riesgos que podrían agravarlo, ya que cuando el organismo entra en un estado de tensión o angustia aumenta la secreción de sebo, favoreciendo la aparición del acné.
- Psoriasis: Es un padecimiento que se manifiesta con inflamación, enrojecimiento y escamas en la piel. Aparece principalmente en codos, rodillas y cuero cabelludo, provoca ardor y comezón.
Esta relación con el estrés se explica porque cuando se está en un momento de gran tensión el sistema inmunológico se debilita, factor que favorece la aparición de psoriasis.
- Rosácea. Es una afectación que se distingue por la inflamación de la piel, enrojecimiento y granos rojos y con pus; por lo general se manifiesta en la frente, mejillas, nariz y barbilla. El estrés es un factor que desencadena esta afección porque bajo este ánimo el cuerpo segrega más sebo.
- Urticaria. En estados estresantes, el cuerpo secreta adrenalina y cortisol, estas hormonas provocan el desequilibrio hormonal que genera urticaria en personas de piel sensibles, que se manifiesta con ronchas roja que causan ardor o comezón en la piel.
- Dermatitis atópica. En las personas demasiado estresadas se puede desencadenar la dermatitis atópica que se caracteriza por erupción cutánea, enrojecimiento, comezón y ardor.
Richard G. Fried explica que al disminuir el estrés se reduce la liberación de hormonas que provocan inflamación, así como de sustancias químicas como los neuropéptidos, responsable de la mayor o menor tolerancia a momentos de tensión, lo cual ayuda a que la piel que se va y funcione mejor.
Es importante encontrar técnicas de relajación para evitar problemas cutáneos, que a su vez también son causa de estrés y ansiedad en las personas por sentir satisfacción con el aspecto de la piel ¡Cuídate!
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