Dormimos mal (o poco); corremos de acá para allá; comemos poco y picoteamos mucho… Desatendemos de mil maneras las necesidades del cuerpo. Para sentirte con energía tienes que cuidar algunos aspectos claves de tu alimentación. Aquí, los tips de una especialista para atravesar la semana sin agotar la batería.

Si deseamos tener un buen día laboral, aumentar el rendimiento intelectual y físico y disminuir el estrés, no podemos olvidar alimentarnos correctamente. Hay algunos factores que tienen que ver con cómo nos nutrimos que debemos tener en cuenta sí o sí.

Déficit de nutrientes

Nuestra elección del menú cotidiano no siempre es en base a la calidad de los nutrientes aportados. Por muchas calorías que contenga un plato, puede carecer de nutrientes esenciales e indispensable para lograr un buen rendimiento.

Debemos asegurarnos de consumir proteínas de buena calidad, hierro, vitamina C y fibras. Esto se logra eligiendo diariamente verduras frescas, carnes magras, mucho pescado y semillas.

Exceso calórico

Los almuerzos basados en comidas de delivery aportan grandes cantidades de grasas, lo cual genera -además de sobrepeso y obesidad, problemas metabólicos, alteraciones de los niveles de azúcar y grasas en sangre, hipertensión- trastornos digestivos.

El alto contenido de grasas produce sensación de pesadez, somnolencia y falta de energía.

El secreto es CAMBIAR LA PROPORCION. Es decir, la verdura es el plato principal y es acompañada por carne, arroz, pastas, etc. Y no a la inversa, como estamos acostumbrados.

Saltarse comidas

Realizar sólo dos comidas al día, por falta de tiempo o exceso de exigencias, influye de forma negativa en el funcionamiento de nuestro organismo.

Tratemos de realizar un desayuno completo antes de salir de casa; si no fuera posible, hagámoslo ni bien llegamos al trabajo.

Uno de los síntomas del estrés es que produce una continua necesidad de azúcar, algo dulce, algo para gratificar y complacer al cerebro. El elegir amasados y productos de panadería en vez de reducir o bajar el nivel de estrés -aparte de hacer engordar-, lo sube.

Exceso de alimentos y bebidas estimulantes

Por falta de buenas elecciones, a media mañana y durante la tarde sentimos falta de energía y recurrimos a café, té y mate en exceso. Estos roban energía y estimulan el estrés del organismo.

Hay que recordar

* Los frutos secos, tienen un alto contenido en magnesio, lo que es una gran ayuda para el cerebro y para una buena actividad neuronal. Son todo energía y alimentos ideales para picar entre horas. Por ejemplo: las nueces, las almendras… Aunque tampoco hay que abusar de ellos ya que, en gran cantidad, son calóricos.

* El triptófano es uno de los aminoácidos esenciales para el cuerpo. Ayuda y colabora en la producción de serotonina (un neurotransmisor que juega un papel en relación con nuestro buen estado de ánimo). El triptófano está presente en diferentes alimentos integrales, como la leche, el huevo y los cereales integrales.

* No olvidar reponer energías a través de un sueño reparador. Eso se logra cenando temprano y ¡liviano!