¿A quién no le gusta el sabor del limón? Es refrescante, dispone de ese sabor ácido tan seductor para grandes y pequeños y, lo que es mejor, se alza por sí sola como una fruta llena de grandes propiedades para la salud. ¿Te gustaría entonces tener la receta del sabroso pastel de limón para ti y toda tu familia? ¡Te encantará para tus desayunos!
Las magníficas propiedades del limón
No hay nada más exquisito que empezar el día con un trozo de pastel de limón. Ideal para las meriendas de los niños, un recurso perfecto para cuando tienes invitados y con el cual, nunca puedes fallar. Nos encanta el limón, está lleno de minerales y vitaminas, una fruta de la que no podemos prescindir. Es perfecta para tomar en su jugo, para aderezar ensaladas, carnes, y cómo no, para elaborar ricos postres. Te indicamos a continuación qué más puede hacer por ti:
El limón es rico en vitamina C, ideal para fortalecer nuestro sistema inmunológico y aportarnos defensas.
Dispone de pecticina, sales de potasa, glucosa… elementos terapéuticos para muchos de nuestros órganos.
El limón es perfecto para estados gripales, resfriados comunes o olor de cabeza.
Nos ayuda a proteger nuestras encías y también ayuda a curar la gingivitis.
Calma neuralgias.
Es un gran antioxidante.
Nos ayuda a hacer mejor la digestión.
Favorece a la purificación y limpieza de nuestra sangre.
Elimina algunos parásitos intestinales.
Receta del pastel de limón
¿Qué necesito?
Para la base del pastel:
175 gr. de harina
1 Huevo grande
100 gr. de mantequilla muy fría
2 cucharadas de azúcar glass
Una pizca de sal
Para el relleno del pastel de limón:
3 Limones
200 ml. de Nata 35% M.G.(es la que menos materia grasa tiene, pero puedes utilizar por ejemplo queso bajo en grasa).
5 Huevos
100 gr. de azúcar glass
¿Cómo lo preparo?
¿Preparada? Excelente, lo primero que haremos para elaborar la tarta de limón será preparar su base. Para ello empezaremos separando la clara de la yema del huevo.
La clara la reservaremos para realizar más tarde el merengue, y la yema la batiremos en un bol con dos cucharadas de agua fría.¡Fácil!
Ahora, lo que haremos es echar la harina (los 175 gramos) en un cuenco grande junto con la mantequilla cortada en dados.
Con la ayuda de nuestras manos bien limpias, mezclamos bien la harina y la mantequilla para que quede una pasta bien homogénea. Si notas que la mantequilla se te ha derretido mucho, no tienes mas que ponerla cinco minutos en tu refrigerador.
El siguiente paso será incluir ya la yema de huevo, mezclándola junto a esta masa hasta obtener una pasta bien homogénea de color atractivo. Con ella, haremos una especie de bola que envolveremos en papel film (plástico transparente del que usas para tus bocadillos o para congelar). Guardamos esta bola en la nevera durante tres cuartos de hora.
Una vez pasado este tiempo, echa un poco de harina en tu encimera o en el lugar donde pastes tus pasteles. Cuando hayan pasado los 45 minutos, volvemos a coger la bola de harina, huevo y mantequilla, para aplastarla con la ayuda de un rodillo, hasta obtener una lámina de tres o cuatro milímetros de grosor. Muy fácil.
Si ves que la masa se te resquebraja o se te ablanda mucho, pon una pizquita más de harina. Una vez lista, la llevamos a un molde antiadherente o engrasado previamente. Colócala bien retirando lo que sobre, aunque no mucho, ya que siempre es mejor dejar un poquito sobre el borde en el caso del pastel del limón, puesto que recoge más la pasta del centro.
Ahora deja un poco el molde en el refrigerador mientras precalientas el horno a 180º unos 10 o 15 minutos. Una vez precalentado, ponemos ya la masa en el horno 20 minutos.
Vamos ahora al relleno del pastel. Empezamos rallando la piel de los limones. Una vez hecho, deja lo obtenido en un bol, para exprimir los limones en otro cuenco.
Junto al jugo de limón, introducimos también la nata, las yemas de los huevos (las claras las usaremos para elaborar el merengue), y el azúcar.
Batimos todo bien y añadimos la ralladura de limón, mezclamos y vertemos sobre la base del pastel.
Una vez listo, lo ponemos en el horno durante 45 minutos, o hasta que el relleno se solidifique. No debe moverse.
¿Ves qué fácil? Saca la tarta de limón del horno y deja que se enfríe. Lo que haremos ahora es el merengue con las claras. Las batimos a punto de nieve fuerte, añadimos dos cucharadas de azúcar glas, mezclamos con suavidad y vertemos sobre la superficie del pastel.Si la vuelves a meter en el horno unos pocos minutos, conseguirás que se dore un poco el merengue, algo que sin duda lo hace más atractivo. Si decoras con unas hojitas de menta tu pastel de limón casera resultará aún más delicioso a la vista.
Ideal para tus desayunos y para compartir con toda la familia. Intenta consumirla durante los dos o tres días siguientes.¡Te encantará!.
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