Todas las personas estamos expuestas a sufrir a cualquier momento de una molesta indigestión, ardor estomacal y los desagradables gases. Lo más probable es que en algún momento ya hayamos experimentado algunas de estas molestias e incluso nos ocurra con mucha frecuencia; por lo general esto ocurre cuando nuestro organismo no digiere bien los alimentos y como consecuencia la digestión trabaja de una manera lenta y pesada que incluso puede venir acompaña de otros síntomas.

Se dice que tenemos una “mala digestión”, cuando el trastorno nos ocurre frecuentemente e incluso a diario y durante meses. A diferencia de esto, la indigestión es ocasional, suele durar menos y es más fácil de tratar. Por otro lado, los problemas de flatulencias también pueden ser algo muy frecuente, ya que van muy de la mano con la mala digestión y la indigestión. Para todos resulta muy molesto el hecho de tener flatulencias, y más aún si el problema es algo crónico.

Estos problemas pueden ser causados por los mismos hábitos de vida que llevamos a diario, es por eso que algunas modificaciones nos pueden ayudar a evitar estos dos molestos problemas.

Evitar el estrés emocional o nerviosismo

Por si no lo sabías, el estómago es un órgano muy sensible a los problemas emocionales. Cuando la persona sufre de estrés o entra en una crisis de nerviosismo o depresión, el estómago también empieza a pronunciarse y posiblemente la persona sienta dolor, inflamación, ingestión en general e incluso gases. Llevar una vida emocional equilibrada, también favorece nuestra digestión.

Comer adecuadamente

Aprender a comer es uno de los puntos clave para evitar la indigestión y los gases.

Cuando no masticamos bien los alimentos, nuestra digestión se hace más lenta ya que al organismo le cuesta más trabajo hacer el proceso digestivo. Además, en medio de los apuros, tragamos exceso de aire y allí empiezan a formarse los gases.

Es muy importante comer despacio, masticar bien los alimentos para que la insalivación facilite su digestión y haya más sensación de saciedad. Además, también es importante no ingerir muchas aguas durante las comidas, ya que al neutralizar los ácidos puede hacer la digestión más pesada.

Descansar un poco después de comer

Esta es una buena idea para relajarse y permitir que el estómago tenga la energía para una buena digestión. Evite hacer actividad física después de comer y descanse un poco. Es conveniente hacerlo recostado en el sofá o en el sillón. Lo que no es conveniente para la salud, es hacer largas siestas en la cama después de haber comido.

Tomar medicamentos con el estómago lleno

Muchos medicamentos pueden ser causantes de la indigestión y es por eso que en lo posible debemos evitarlos. En caso de que sea necesario ingerir diario algún tipo de medicamento, lo recomendado es hacerlo con el estómago lleno para evitar molestias.

Mantener una dieta saludable

La dieta es fundamental para tener una buena digestión  y evitar los gases. Hay algunos alimentos que pueden caer bastante pesados al estómago y es mejor evitarlos. Si se sufre con frecuencia de gases e indigestión, lo recomendado es reducir de la dieta los alimentos picantes, los ácidos, los grasosos, los excesos de fibra o cualquiera que le pueda producir una intolerancia. Pero además, se debe evitar el consumo de alcohol, tabaco, bebidas gaseosas y comida chatarra.

No comer antes de dormir

Muchas personas tienen el mal hábito de comer algo antes de dormir y esto les puede caer bastante pesado en su digestión. Siempre es recomendado comer al menos 3 horas antes de acostarse.

Ten en cuenta…

Aplicar todos estos consejos en tu vida diaria puede ayudarte mucho a controlar tu digestión y decirle adiós a los gases e indigestión. Recuerda que también es conveniente tomar algunos remedios naturales para combatir ambos problemas. El jengibre y el limón pueden ser dos de los grandes aliados tanto para combatir los gases, como para aliviar una indigestión.

Además, recuerda que los problemas estomacales y digestivos deben tomarse muy en serio en caso de que se presenten con mucha frecuencia en tu vida. Si el ardor estomacal,  la indigestión y los gases, se presentan más de dos veces a la semana, es conveniente visitar el médico, ya que podrían estar indicando un problema mayor, como por ejemplo el síndrome de intestino irritable, infecciones de la vesícula, alergias a comidas y, en el peor de los casos, también puede estar indicando ciertos tipos de cáncer.