La esclerosis múltiple (EM) es supuestamente una enfermedad auto inmune en la que el sistema inmunológico desconoce sus propios tejidos y los ataca, lesionándolos. En la patogénesis de esta enfermedad se describe como “los linfocitos (una de las células blancas o leucocitos), predominantemente, los linfocitos “T” y los macrófagos, infiltran, lesionan y degradan a la mielina que recubre los nervios”.
Los nervios son los conductores de los impulsos eléctricos, requiriendo de un medio aislante como es la mielina para que los impulsos eléctricos se mantengan en su propio lugar y no establezcan cortos o falsos circuitos. Cuando las cubiertas de mielina son lesionadas por los propios linfocitos, aparecen las falsas señales a lo largo de estos nervios. Así, se originan los síntomas típicos de la esclerosis múltiple (EM). Ésta enfermedad se desarrolla en personas de entre 20 y 40 años de edad, y es más frecuente en climas fríos que en los templados. Sus síntomas incluyen una pobre coordinación de movimientos, una marcha insegura, descontrol de los movimientos oculares y síntomas urinarios de urgencia. Durante las etapas tempranas de la enfermedad hay remisiones espontáneas de sus síntomas, solo para recaer en sus más serias manifestaciones. Muchos de los pacientes se ven forzados a utilizar sillas de ruedas, y algunos llegan a requerir permanencia en cama.
La dificultad principal en relación al método Gerson es que las primeras semanas del tratamiento, los pacientes de EM sufren empeoramiento de su enfermedad. Esto, debido al proceso de desintoxicación, al eliminar los productos residuales de las lesiones de esta enfermedad (ínterleucinas, interferón y TNF), que causan en la mielina de los nervios periféricos una pérdida temporal del aislamiento de esta sustancia y, como consecuencia, los síntomas empeoran. Esto, como es natural, asusta a los pacientes y, a veces, los hace abandonar el tratamiento, asumiendo que este no funcionó y la enfermedad se agravó.
Si los pacientes con EM persisten en el programa y con la ayuda de lo que nosotros llamamos hiperalimentación (que difiere del concepto usual de la medicina tradicional), y que consiste en una dieta especial que desintoxica al organismo, las vainas nerviosas terminan por regenerarse y la filosofía normal se restablece, probando entonces que la esclerosis múltiple no es incurable. Esto prueba entonces, o por lo menos nos hace pensar que la esclerosis múltiple no es una enfermedad incurable por autoinmunidad, ya que es sistema de inmunidad alterada, empeoraría en vez de mejorar la enfermedad.
Fuente: Terapia Gerson cura de cáncer y otras enfermedades (Charlotte Gerson y Beata Bishop).