Se ha escrito mucho sobre los lácteos y los nutricionistas todavía no se han puesto de acuerdo sobre si son o no buenos para la salud. Es posible que cada persona sea diferente y que no a todos nos siente bien la misma alimentación, pero en este artículo te explicamos cuáles son los productos lácteos de mejor calidad, los que nuestro organismo asimila mejor.

Descubre todas las opciones que nos ofrecen los lácteos, así como algunas curiosidades sobre el queso, el yogur, el kéfir, la mantequila o el ghee.

¿Qué leche bebemos?

De entre todos los productos lácteos, la leche es el más difícil de digerir porque muchas personas no toleran bien la lactosa. Cuando la leche no se digiere bien puede provocar problemas de piel, de mucosidad, de alergias o de digestión (acidez o gases), por lo que si tenemos algunos de estos síntomas recomendamos buscar algunas alternativas.

Si no queremos prescindir de los lácteos podremos probar inicialmente con la leche de otros animales como la cabra o la oveja, ya que tienen menos lactosa.

Hoy en día también se comercializan leches sin lactosa. Si no toleramos bien ninguna de estas bebidas, deberíamos evitarlas y optar por las bebidas vegetales, como la de avena, la de arroz o la de almendra, que aunque no son realmente leche, nos pueden servir como sustituto y además son muy nutritivas y saludables.

Hoy en día es muy difícil encontrar una leche de calidad, ya que la mayoría sufren procesos que adulteran su contenido. Por eso recomendamos buscar leche fresca de confianza o bien de origen ecológico.

El queso

El queso es un derivado lácteo delicioso pero que debería evitarse o limitarse a personas que sufran colesterol o hipertensión. En estos casos es mejor optar por queso fresco de cabra o de oveja o requesón.

Quienes no tengan estos problemas de salud deben buscar quesos de calidad, elaborados artesanalmente, y preferiblemente semicurados.

Recomendamos no abuscar del queso a partir de las horas de la tarde, ya que suele contener un alto contenido en grasas, el cual puede dificultar el trabajo que realiza el hígado durante la noche y provocar problemas de retención de líquidos o insomnio.

Los vegetarianos deben tener en cuenta que muchos quesos se elaboran hoy en día con cuajo animal, por lo que deben buscar los que son preparados con cuajo vegetal.

El yogur

El yogur es una antigua receta todavía más saludable que la leche e incluso que el queso, ya que contiene fermentos que mejoran nuestra función intestinal y es más bajo en lactosa. El problema es que los yogures que se venden en las tiendas llevan añadidos saborizantes y azúcar blanco, los cuales convierten este producto tan sano en uno perjudicial.

Deberíamos elegir siempre el yogur natural, o bien prepararlo en casa con la ayuda de una yogurtera o directamente en una cazuela.

El kéfir

El kéfir es en realidad un sorprendente hongo que fermenta la leche, dando lugar a un tipo de yogur todavía más rico en fermentos. Este hongo se alimenta de la lactosa, que es el azúcar de la leche, por lo que todavía és más sano y fácil de digerir que el yogur, a pesar de que también tiene un sabor más ácido.

Los granos del hongo kéfir los podemos conseguir en algunos herbolarios o preguntando a conocidos, ya que este hongo va creciendo a medida que lo usamos, y la tradición dice que siempre se debe regalar.

Algunas tiendas lo comercializan ya preparado.

La mantequilla y el ghee

Se han dicho muchas cosas negativas sobre la mantequilla, pero lo cierto es que es un alimento muy natural, sano y nutritivo. No podemos abuscar de ella, pero sí que podemos consumirla con moderación. En realidad, es el invento de la margarina el que es perjudicial para nuestra salud, ya que es un producto casi sintético y muy dañino para nuestra salud cardiovascular.