¿Te sientes agotado todo el tiempo, con enfermedades que van y vienen pero nunca se quitan?

Seguramente cuando te sientes así, lo último que pasa por tu cabeza es ir al gimnasio o salir a caminar; sin embargo, cuando el cuerpo se activa produce una sensación de bienestar que puede marcar la diferencia.

Se ha demostrado científicamente que 15 minutos de práctica regular y moderada de ejercicio puede incrementar la resistencia del organismo ante la presencia de infecciones, y decimos moderada porque el abuso y sobreesfuerzo físico también se convierten en un problema.

Los estudios realizados revelan ciertas razones del por qué el ejercicio puede aumentar la inmunidad contra ciertas enfermedades:

– La actividad física puede ayudar a eliminar bacterias de los pulmones, disminuyendo la posibilidad de sufrir resfriados u otras enfermedades de transmisión aérea, también puede eliminar los desechos mediante la orina y el sudor.

– El aumento de la circulación de la sangre puede desencadenar la liberación de hormonas que “alertan” a las células inmunitarias sobre la presencia de bacterias o algún virus.

– El ejercicio disminuye la liberación de hormonas relacionadas con el estrés, factor que incrementa el riesgo de sufrir alguna enfermedad.

– El incremento temporal de la temperatura corporal puede impedir el crecimiento bacteriano, lo que le permite al cuerpo actuar de una manera más efectiva.

– Cuando realizas ejercicio se activa el envío de anticuerpos y glóbulos blancos en una frecuencia más rápida; así se pueden identificar y tratar enfermedades de una manera más temprana.

¿Te convencieron estas razones? Pues no esperes más, recuerda que para recuperar tu salud, debes hacer ejercicio y mantener una dieta saludable.