Es un trastorno que hace imposible distinguir entre lo imaginado y lo real.

Los síntomas característicos de la esquizofrenia son desorganización del pensamiento y de la percepción, falta de curiosidad, disminución del contacto emotivo con los demás; letargo; cambios emocionales como tensión y/o depresión, alteraciones de la conducta que van desde catatonia hasta explosiones de violencia, delirios y pérdida del contacto con la realidad. La persona que sufre de esquizofrenia a menudo se aísla dentro de su propio mundo. No es raro que estas personas experimentan alucinaciones.

Existen 4 clases básicas de esquizofrenia:

1.- Esquizofrenia catatónica: Se caracteriza por adoptar posturas inusualmente rígindas, falta de movimiento o movimientos frenéticos.

2.- Esquizofrenia desorganizada: Antes se llamaba esquizofrenia hebrefrénica. Se caracteriza  por falta de una gama normal de emociones, así como un discurso que revela desorganización mental.

3.- Esquizofrenia paranoide: Caracterizada por alucinaciones y delirios.

4.- Esquizofrenia indiferenciada: Comprende combinación de diversos síntomas.

Recomendaciones

  • Haga una dieta alta en fibra, con abundantes vegetales frescos y crudos, y proteínas de buena calidad. Haga comidas pequeñas y más frecuentes, en vez de tres grandes comidas. Esto contribuye a estabilizar del estado sanguíneo, lo que incide en la estabilidad del estado anímico y del comportamiento.
  • No consuma cafeína.
  • Evite el alcohol.
  • Mantenga bajo control las presiones de su entorno.
  • Consuma vitamina c, bioflavonoides,  ácido fólico y vitamina b12, metionina, zinc, complejo b, vitamina e, aminoácidos, colina, omega 3.