Un estudio a gran escala de 30 años de duración, encontró que las personas que consumían regularmente una onza de nueces por lo menos siete veces por semana tuvieron una probabilidad de 20 por ciento menos de morir por cualquier causa, en comparación con las personas que no acostumbran los frutos secos en su alimentación.

Comer frutos secos al menos cinco veces a la semana representó una reducción del 29 por ciento en el riesgo de morir por un paro cardiaco, una reducción del 24 por ciento en las enfermedades respiratorias y una reducción del 11 por ciento en el cáncer.

Para que su cuerpo se pueda adaptar a quemar grasa en lugar de azúcar, reemplace de su alimentación los carbohidratos no vegetales por grasas saludables de alta calidad. Los frutos secos crudos son una rica fuente de este tipo de grasas.


Mis frutos secos favoritos son las nueces de macadamia y la nuez pecana, ya que proporcionan grasas saludables de la más alta calidad y se encuentran en la parte final de la lista en términos de proteína, lo que representa una proporción ideal de nutrientes.