El cuerpo humano es una máquina perfecta donde cada pieza, es indispensable. El corazón es quizá ese órgano básico que de fallar, peores consecuencias puede traernos, de ahí la necesidad de no descuidarlo, de atender su salud en cada momento. ¿Conoces qué hábitos son los que lo dañan más habitualmente casi sin que nos demos cuenta? Te lo explicamos.

 

¿De qué manera puedo estar dañando mi corazón?

El corazón es el principal órgano encargado de bombear sangre y de impulsar al resto para que se transporten nutrientes a nuestro organismo. Son muchos los factores que determinan su buena salud, elementos que en ocasiones pasamos desapercibidos e incluso que descuidamos. Los nervios que aceleran sus movimientos, alimentos que lo enferman o que obstruyen sus arterias para que bombee como es debido… Debemos poner atención, ya que en ocasiones, los infartos llegan de modo silencioso y sin avisar. ¿Tomamos nota entonces?

  1. La sal en nuestras comidas

Seguro que sospechabas que te lo íbamos a decir. Y lo curioso del dato es que, a pesar de que toda la población sabe y conoce los efectos dañinos que la sal tiene sobre nuestro organismo, la sigue consumiendo. ¿Por qué? porque la sal dota de sabor a nuestras comidas, porque las hace más sabrosas, pero a largo plazo, este placer lo acabamos pagando. La sal nos provoca hipertensión, eleva nuestra tensión y poco a poco, este hecho se convierte en una bomba de relojería de cara a que nuestro corazón un día cualquiera, diga “basta”. ¿Vale la pena? desde luego que no.

  1. El riesgo del estrés y la ansiedad

El estrés ataca por igual a hombres que mujeres, aunque la incidencia es diferente. Suele decirse que el estrés en los hombres suele tener efectos más negativos a corto plazo. En las mujeres, por su parte, existen estudios que nos dicen que somos nosotras quienes más lo sufrimos en nuestro día a día, aunque sin embargo, lo afrontamos mejor. Pero eso no quiere decir que también produzca sus efectos en nosotras. De hecho existe una enfermedad del corazón que está apareciendo en mayor grado en la mujer debido a los estados de ansiedad y estrés. Se llama “síndrome del corazón roto”. Así que ya sabes, es indispensable que aprendamos a gestionar un poco mejor nuestras emociones.

  1. La falta de ejercicio y la obesidad

Es, según los expertos, el mal del siglo XXI. Una vida sedentaria, con una alimentación incorrecta y alta en grasas saturadas, en harinas, dulces, comida industrial… todo ello deriva poco a poco en graves problemas cardiovasculares, debido a la obesidad, a la hipertensión, y a un organismo enfermo que ha ido dañándose a sí mismo poco a poco. Y hemos de tenerlo en cuenta: los datos nos dicen que son cada vez más los niños quienes están sufriendo esta realidad. Niños que ya no salen a jugar a la calle, que prefieren jugar con su videoconsola o su ordenador, llevando una vida sedentaria sin apenas ejercicio… Debemos evitar estos malos hábitos por el bien de nuestra salud.

  1. Comer por comer

Un fenómeno que ha empezado a estudiarse recientemente. Pongamos un ejemplo: llegamos a casa cansados del trabajo y lejos de esforzarnos un poco y prepararnos una cena saludable, variada y equilibrada, buscamos algo que picar con lo que saciar al instante nuestra hambre y nuestra ansiedad. Un snack, una pizza, un refresco, algo dulce…. esto no es nutrición. Es comer por comer, es comer para saciar nuestros nervios, o sencillamente, por acabar antes. Y es que la llamada comida industrial nos hace la vida fácil gracias a sus platos precocinados, esos que solo tenemos que calentar en el microondas. Y no hay nada más dañino. Recuerda, comer es alimentarnos, ofrecer a nuestro cuerpo aquello que necesita y que es bueno para él.

  1. ¿Y qué hay de nuestro colesterol?

Quien habla de colesterol, habla también de hipertensión. Son todas esas enfermedades silenciosas que a menudo descuidamos por no ir al médico, por no pasar nuestros chequeos habituales. Hemos de ir con cuidado, el colesterol deriva en uno de los mayores riesgos para nuestra corazón. Se acumula en nuestras venas y arterias al existir un exceso en el organismo, lejos de expulsarlo lo acumulamos en lugares peligrosos como son esas vías por donde circula nuestra sangre. Las venas se resecan, apenas queda espacio para la circulación y, entonces, aparecen los temidos infartos.¡No descuides tus vistas rutinarias al médico!

  1. ¿Duermes lo suficiente?

Lo esencial es descansar entre 7 u 8 horas diarias. Pero lo sabemos, en ocasiones nos quedamos mirando la televisión, el ordenador o incluso estamos horas hablando a través de nuestro teléfono móvil o nuestro celular. Recuerda que este tipo de aparatos son muy dañinos, sus ondas alteran nuestro descanso y nos producen insomnio. Y las personas necesitamos descansar para que nuestro organismo lleve a cabo unas funciones biológicas esenciales, tales como la desintoxicanción del sistema linfático, del hígado… No dormir nos lleva a un desequilibrio hormonal que afecta directamente a nuestro corazón.

  1. ¿Aún sigues fumando?

Si es tu caso ¿a qué esperas para dejarlo? tal vez no lo sepas, pero fumar acelera nuestras pulsaciones, provoca irregularidades en el ritmo de nuestro corazón provocando enfermedades coronarias bastante graves. No lo dudes, dejar de fumar será el mejor regalo que puedas hacerte, y te regalarás más años de vida y mejor calidad en tu día a día.