La leucina es un aminoácido esencial y uno de los aminoácidos de cadena ramificada (los otros son isoleucina y valina). Estos aminoácidos actúan de manera conjunta para proteger los músculos y servir de combustible. Promueven la curación de los huesos, la piel y el tejido muscular, y son recomendables para las personas que se están recuperando de alguna intervención quirúrgica. La leucina también hace descender los niveles altos de azúcar sanguíneo, y ayuda a aumentar la producción de la hormona del crecimiento.

Entre las fuentes naturales de leucina están arroz integral, frijoles, carne, nueces, harina de soya y pan integral.

Un consumo excesivamente alto de leucina también puede contribuir a la pelagra y a aumentar la cantidad de amoniaco presente en el organismo.

 

Phyllis A. Balch. (2000). Recetas Nutritivas que curan. New York: Avery.