Tarta mousse de queso crema con interior de fresa. 

Tiempo de elaboración | 45 minutos + tiempo de enfriado
Dificultad | Media

Ingredientes:

Para la base: 100 g de galletas digestivas, 50 g de mantequilla sin sal fundida

Para la mousse: 6 g de hojas de gelatina, 100 g de queso crema, 50 g de nata, 35 g de leche, 25 g de azúcar, 2 yemas de huevo M, 175 g de nata semi montada

Para el interior de fresas: 200 g de fresas trituradas, 15 g de azúcar, 7 g de hojas de gelatina

Preparación:

Para la base: Procesar las galletas hasta que queden como migas de pan, a continuación, añadir la mantequilla y el pulso de nuevo. Cubra el fondo de una lata / 16 cm con una base desmontable (o una lata aro de resorte), presionando las galletas con las manos o la parte posterior de la cuchara. Ponga el molde en la nevera para ajustar.

Para hacer el interior: necesitaremos un aro un poco más pequeño que el anterior, de aproximadamente de 14 centímetros de diámetro. Que forraremos por su parte exterior y base con film de cocina transparente para que aguante el líquido interior mientras se congela. Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría durante 10 minutos.

En un cazo echamos el puré obtenido de triturar las fresas. Si no queremos encontrar las pepitas tendremos que colarlo. Calentamos el puré con el azúcar hasta casi su ebullición, retiramos del fuego y le añadimos las hojas de gelatina escurridas. Removemos para que se deshagan y vertemos en el aro preparado colocado encima de una bandeja pequeña. Congelamos hasta que gelifique.

Una vez congelado el interior de fresas, lo desmoldamos con cuidado y lo mantenemos en el congelador mientras que preparamos la mousse de queso crema.

Para la mousse: ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 10 minutos. Por otra parte, en un cazo calentamos la leche, los 50 gramos de nata líquida y el azúcar. Lo llevamos a ebullición, separamos del fuego y sin dejar de remover vamos vertiendo el líquido sobre un bol donde tendremos las yemas de huevo batidas. Antes de que enfríe esta mezcla, escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos, removiendo y vigilando que se fundan.

Añadimos con unas varillas el queso crema a temperatura ambiente y por último montamos la nata, pero no en exceso y la añadimos con cuidado a la mezcla anterior.

Montaje de la tarta: En el aro de emplatar de 16 centímetros forrado con film de cocina por su exterior y acetato en su interior, colocamos el disco de bizcocho. Añadimos la mitad de la mousse de queso y llevamos al congelador durante 10 minutos.

Una vez pasado el tiempo colocamos el disco centrado de interior de fresas y recubrimos con el resto de mousse de queso. Alisamos con una espátula la superficie. Congelamos durante unas horas. Desmoldamos del aro la tarta, y la decoramos con fresas frescas. Dejamos descongelar en la nevera hasta el momento de servirla.

Aprovecha para hacerla ahora que están las fresas de temporada, aunque si no son tu fruta preferida, siempre puedes probarla con frambuesas, moras o arándanos, pues cualquiera de ellas casará a la perfección con la suave mousse de queso crema.

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