La Fundación Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer encuentran que una dieta alta en fibra tiene un efecto protector para combatir el cáncer de colon.
Los efectos benéficos del consumo de fibra incluyen, regulación del tránsito intestinal y aporte de compuestos bioactivos que modulan las funciones celulares del tracto gastrointestinal.

Fuente de antioxidantes

Como producto de la fermentación de la fibra por las bacterias presentes en el colon, están un grupo de ácidos grasos de cadena corta (SCFA, por sus siglas en inglés de Short Chain Fatty Acids), principalmente acetato, propionato y butirato.

Cada uno de estos metabolitos disminuye la proliferación, regulan la diferenciación normal y activan la muerte celular programada de los colonocitos como parte del recambio del epitelio intestinal.

La fibra también es rica en compuestos, eficaces en la prevención y tratamiento del cáncer. Los flavonoides y los ácidos fenólicos principales compuestos polifenólicos. El resveratrol y la quercetina son flavonoides con propiedades antioxidantes y antitumorales.

El resveratrol se encuentra abundantemente en la cáscara de las uvas, arándanos, cacahuates y nueces. Mientras que la quercetina en frutas cítricas, trigo negro y cebollas.

El resveratrol inhibe la proliferación celular y disminuye la progresión de múltiples tipos de cáncer en humanos, incluyendo linfoide, mieloide, tiroideo, estómago, ovárico, cervicouterino, escamosos de cabeza y cuello, mama, colon, próstata, osteosarcoma y páncreas.

Ante el bajo consumo de fibra en la dieta occidental, y dada la evidencia de los beneficios del butirato, es posible encontrar alimentos y bebidas con fibras solubles adicionadas de manera industrial, las cuales te brinda “cierta” protección contra el cáncer.