El sodio se requiere para mantener un adecuado equilibrio hídrico y un correcto pH sanguíneo. También se necesita para el funcionamiento del estomago, los nervios y los músculos. A pesar de que la deficiencia de sodio en el organismo es poco frecuente (el nivel de sodio de la mayoría de la gente es adecuado, aunque también suele ser excesivo), se puede presentar. Esta condición afecta más que todo a quienes toman diuréticos para la presión arterial alta, especialmente cuando al  mismo tiempo siguen una dieta baja en sodio.  Algunos expertos calculan que hasta el 20% de las personas de edad avanzada que toman diuréticos presentan insuficiencia de sodio. Entre los síntomas de esta deficiencia  están cólicos, anorexia, confusión mental, deshidratación, depresión, vahídos, fatiga, alucinaciones, dolores de cabeza, palpitaciones cardiacas, flatulencias, alteraciones del sentido del gusto, letargo, problemas de memoria, debilidad muscular, nauseas y vomito, mala coordinación, infecciones recurrentes, convulsiones y pérdida de peso. El consumo excesivo de sodio puede ocasionar edema, presión arterial alta, deficiencia de potasio y enfermedades de hígado y riñones.

Prácticamente todos los alimentos contienen sodio

Para disfrutar de una buena salud debe existir un adecuado equilibrio entre el potasio y el sodio. Como la mayoría de la gente consume demasiado sodio, es natural que también necesite más potasio. Un desequilibrio entre el sodio y potasio puede conducir a enfermedades del corazón.