La visión se puede nublar por diversas razones. Un error refractivo o vicio de refracción (miopía, hipermetropía y/o astigmatismo), puede derivar en visión borrosa o nublada de manera crónica, lo que normalmente se soluciona con lentes correctivos. La fatiga ocular, el cansancio y el exceso de lágrimas pueden hacer que la visión se nuble temporalmente. Las alternaciones del equilibrio de los fluidos del organismo también causan visión borrosa.

La tendencia de la vista a nublarse de manera recurrente puede deberse a una cantidad inadecuada de rodopsina, o purpura visual, un pigmento ocular sensible a la luz que se compone de vitamina A y proteína. La luz que entra al ojo descompone parte de la purpura visual, y este proceso desencadena impulsos nerviosos que le informan al cerebro lo que están viendo los ojos. Cuando no hay suficiente pigmento, se presenta una demora entre el momento en que los ojos enfocan un determinado objeto y el momento en que el cerebro se forma una imagen de ese objeto. Esto  se traduce en visión nublada o borrosa.

Agregue a su alimentación buenas fuentes de potasio y vitamina A.