El consumo de los alimentos es la manera de aportar al organismo todos los nutrientes necesarios para poder vivir y, por supuesto, mantener una existencia plena y saludable. Para lograrlo se debe mantener una dieta equilibrada y lo más sana posible.
A la hora de alimentarnos es muy importante saber escoger los alimentos que vamos combinar, ya que no todos tienen la propiedad de poderse mezclar entre sí. Muchos alimentos cuando se combinan de la manera correcta pueden ser muy positivos para mejorar algunos problemas de salud, ya que cada uno de los alimentos aportan sus propiedades y al estar correctamente mezcladas todas estas propiedades indudablemente van a beneficiar el estado de salud, pero cuando la combinación no se hace de la manera adecuada se obtienen resultados perjudiciales, ya que dichas mezclas pueden provocar reacciones adversas en el organismo.
¿Qué alimentos que no se deben combinar?
Las espinacas y el queso: Las espinacas contienen una sustancia llamada oxalatos, las cuales impiden que el organismo absorba de manera correcta el calcio, por esta razón no es conveniente mezclar las espinacas con el queso y con otros lácteos.
Los líquidos en las comidas: Es importante saber que tomar demasiados líquidos con las comidas no es muy recomendable, ya que la digestión se hace mucho más lenta, lo cual perjudica la salud. Si eres de las personas que no pueden comer sin tomar líquidos puedes reducir al máximo la cantidad a la que estas acostumbrado.
El azúcar: Se debe evitar a toda costa agregar más azúcar a los alimentos que de por sí ya son dulces, ya que se está aumentando de manera perjudicial el número de calorías que tiene que asimilar el organismo.
Los alimentos ricos en magnesio y los refrescos: No tomes bebidas gaseosas, estas contienen mucha cantidad de azúcar. Los cereales, y todos los alimentos que contienen magnesio, jamás se deben combinar con los refrescos, puesto que los refrescos contienen fosfatos, los cuales impiden que el magnesio se absorba de manera correcta.
Los hidratos de carbono, féculas y alimentos ácidos: Tanto los hidratos de carbono como las féculas comienzan la digestión en la boca, para lo cual necesitan una correcta masticación y un medio alcalino; los alimentos ácidos hacen que el proceso de la digestión sea muy lento, por lo tanto no es recomendable añadir tomate a la pasta o al arroz, por ejemplo.
No mezclar frutas dulces con ácidas: Las frutas dulces no son compatibles con las frutas ácidas, cuando las combinamos se producen reacciones químicas que pueden perjudicar el normal comportamiento del organismo.
Las salsas en las comidas: Por lo general todas las salsas son una gran fuente de grasas, las cuales hacen que la digestión se vuelva demasiado lenta, esto sucede porque neutralizan las enzimas de los jugos gástricos, lo cual impide que puedan realizar su función de la manera correcta. Se recomienda reducir al máximo su consumo.
Como se puede observar, es muy sencillo aprender a combinar correctamente los alimentos, sólo hay que tenerlo en cuenta al momento de prepararlos y de servirlos, ya que de este modo nos vamos a evitar muchas complicaciones de salud.
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