Dia mundial contra el cáncer, pero ¿Qué es el cáncer?

Cuando nuestro cuerpo   ha sufrido una lesión como, por ejemplo, cuando nos hemos cortado, las células que rodean la cortada se reproducen para reemplazar a las que han sufrido daño. Esas células “saben” detener el proceso de reproducción cuando han cumplido su tarea.

Sin embargo, en algunas ocasiones una célula empieza a reproducirse sin una razón clara. Las células  “hijas” que producen forman una protuberancia. Este es el cáncer. A veces una célula de esa protuberancia, o tumor, se propaga a otra parte del cuerpo y empieza a reproducirse allí. Estas células no son  receptivas a la señal normal de que deben detener su reproducción. Al fin y al cabo, ese tejido anormal afecta al funcionamiento del organismo, sus células, órganos y demás estructuras, y la persona se enferma o muere.

Nadie sabe exactamente por qué algunas células se comportan de esa manera. Sin embargo, se sabe que algunos factores aumentan la probabilidad de contraer determinados tipos de cáncer. Un hecho ampliamente reconocido es que dos de las principales causas  del cáncer son la dieta y los factores ambientales. La tasa de cáncer pulmonar entre las personas que tienen contacto con el humo del cigarrillo es significativamente más alta que entre las personas que no fuman. El consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de contraer cáncer de boca y garganta. Una dieta alta en grasa y baja en fibra se asocia con un riesgo mayor de contraer cáncer colorrectal, y constituye un factor de riesgo para el cáncer de seno y de la próstata. Muchos expertos opinan que lo que tienen en común estos factores de riesgo – aparentemente tan distintos – es que  aumentan la exposición del organismo a los radicales libres. Esos expertos han formulado la teoría de que el daño producido por los radicales libres es un importante factor causal del crecimiento celular descontrolado que es característico del cáncer. Otros especialistas creen que factores como el humo del cigarrillo y los malos hábitos dietéticos aumentan el riesgo de contraer cáncer porque alteran el funcionamiento del sistema inmunológico. Además de responsabilizar a la dieta y a los contaminantes del medio ambiente, muchos expertos creen que hay una relación entre el cáncer y el estrés.

Existen más de 100 variedades de cáncer. Sus causas son diferentes, producen síntomas distintos y varían en agresividad (la rapidez en la que se reproducen). No obstante, la mayoría de los canceres corresponden a cuatro grandes categorías:

  1. Carcinomas: afectan la piel, las membranas mucosas, las glándulas y los órganos internos
  2. Leucemias: son canceres del tejido productor de sangre
  3. Sarcomas: afectan a los músculos, el tejido conectivo y los huesos.
  4. Linfomas: afectan al sistema linfático

Evite los químicos como sprays para el cabello, compuestos para limpieza, ceras, pintura fresca y pesticida para jardín. No utilice productos en aerosol. Muchos químicos propician la formación de radicales libres en el cuerpo, los cuales pueden conducir al cáncer.

Incluya a su dieta granos, nueces, semillas, arroz, trigo, salvado, coma abundantes vegetales como brócoli, col, coliflor. Consuma vegetales amarillos y anaranjados, como zanahoria, papa y calabaza. También ayuda a combatir el cáncer  la manzana, nueces de Brasil, cerezas, melón, uvas, las legumbres (incluyendo garbanzo, lenteja y frijol rojo) y las ciruelas. Añada buenas dosis de Q-10, omega 3, selenio, Beta carotenos, vitamina A, y C, vitaminas del grupo B, L-Carnitina, Calcio, Magnesio, Potasio, Niacina y B12.

Algunos tipos de cáncer se tratan con quimioterapia y, al parecer, pueden curarse con este tratamiento. La quimioterapia para el cáncer consiste en administrar medicamentos altamente tóxicos para exterminar las células cancerosas. Entre los efectos secundarios de la quimioterapia están caída del cabello, náuseas extremas, vomito, fatiga, debilidad, esterilidad y daño renal y cardiaco. Algunos nutrientes – como vitamina B6 y Coenzima Q-10 – le ayudan al organismo a evitar parte del daño que ocasiona este tratamiento.

 

Phyllis A. Balch. (2000). Recetas Nutritivas que Curan. New York: AVERY.

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