Las semillas de girasol son uno de los snacks saludables más populares dentro del mundo de las semillas. Además de su sabor irresistible y textura crujiente, estas pequeñas amigas están repletas de una gran cantidad de propiedades y beneficios en su nutrición. Existen diversas variedades de girasol y sus semillas pueden ser blancas, rojas, amarillas… Sin embargo, las más conocidas y consumidas son grisáceas con rayas blancas. Tienen una buena cantidad de ácidos grasos y son ricas en minerales como el fósforo, el potasio, el magnesio y el calcio.

 

Beneficios:

  • Son antioxidantes: Poseen vitamina E, la cual funciona como un poderoso antioxidante. Las semillas de girasol ayudan a mantener sanas las células, así como a retardar su oxidación. Esto ocurre también con el colesterol, al que le impide adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiacas.
  • Mejoran la circulación: Esto se debe a los ácidos grasos, que tienen la capacidad de reducir el riesgo de padecer problemas circulatorios, cardíacos o cardiovasculares, como puede ser el infarto de miocardio.
  • Reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares: se ha verificado que el consumo regular de las semillas de girasol ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, dos de los principales factores de riesgo de enfermedades cardíacas. Un estudio publicado demostró que consumir 30 gramos de semillas de girasol al día reducen el colesterol total, el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos
  • Para la inflamación: Consumir semillas de girasol ayuda a generar efectos antiinflamatorios en lo que toca a enfermedades como asma, osteoartritis y artritis reumatoide.
  • Excelentes para los deportistas: Contienen mucho potasio y magnesio, siendo fundamentales en los planes de alimentación de los que entrenan de forma profesional, pero también de los que practican deporte como afición o por diversión.
  • Mejoran el estado de ánimo: Las semillas de girasol son ricas en proteínas, que contienen aminoácidos, entre ellos el triptófano. El triptófano es precursor de la serotonina, un neurotransmisor que, en niveles bajos, se asocia a la depresión y la obsesión.
  • Son ricas en fibra: Lo cual repercute en tus niveles de saciedad durante todo el día, así como en un mejor tránsito intestinal.
  • Ideales para el embarazo: Las mujeres en etapa de gestación tienen que consumir una buena cantidad de ácido fólico para que el bebé pueda formarse bien y ella misma no se debilite. Las pipas de girasol son ricas en este nutriente imprescindible para evitar malformaciones en el feto o enfermedades en la madre.
  • Mejoran la salud del cabello: Las pipas tienen biotina, una vitamina B necesaria para metabolizar las grasas, los carbohidratos y las proteínas. La ciencia afirma que la biotina puede ayudar a mejorar la salud del cabello, que está hecho de proteína.
  • Fortalecen el sistema inmune: En relación a lo que se decía antes respecto al ácido fólico, no solo las mujeres embarazadas pueden comer semillas de girasol, sino cualquier persona. Mantienen y aumentan las defensas del organismo y previenen y ayudan a combatir diversas patologías, sobre todo relacionadas con virus.
  • Ayudan a dormir mejor: La dieta puede tener un efecto beneficioso sobre el estrés, y lo mismo ocurre a la hora de conciliar el sueño. El triptófano, el aminoácido que participa en la síntesis de serotonina, también es esencial en la síntesis de melatonina, una hormona que regula el sueño.
  • Mejoran la salud ósea: Este alimento es rico en calcio y por tanto mejora la salud ósea. Los profesionales de la salud recomiendan el consumo de este alimento cuando las personas sufren descalcificación de los huesos.