La enfermedad ósea de Paget (llamada así por Sir James Paget, quien la describió por primera vez), es una enfermedad progresiva de los huesos que avanza lentamente y se caracteriza por un proceso morboso en el cual alternan la formación y la destrucción de hueso. La consecuencia de este proceso es que los huesos sanos son reemplazados poco a poco por cantidades excesivas de hueso anormal, que presenta deficiencia de calcio y carece de la estructura necesaria para proporcionar máxima fortaleza. La enfermedad de Paget suele afectar a los huesos de la pelvis, la columna vertebral, los muslos, el cráneo, caderas, espinillas y los brazos. Se presenta con más frecuencia en hombres mayores de 40 años, aunque también puede afectar a las mujeres. Se sabe de pocos casos en los cuales ha afectado a adultos jóvenes.

En sus primeras etapas, la enfermedad usualmente no produce síntomas, aunque puede haber un dolor moderado en los huesos afectados. A medida que la enfermedad avanza tiende a aumentar el dolor en los huesos, a volverse más persistente  – en especial por la noche – y a empeorar con el esfuerzo físico. La enfermedad de Paget también puede ocasionar dolores en el cuello y/o en la espalda, dolor y/o rigidez en las articulaciones comprometidas, aumento en la temperatura de la piel en el área de los huesos afectados, fracturas óseas sin causa clara, sordera, dolores de cabeza, vahídos, silbidos en los oídos y alteración del movimiento. Esta enfermedad sigue un patrón en el que alternan la remisión y la exacerbación de los síntomas. Con el tiempo, la exacerbación de los síntomas es cada vez peor. A veces se afectan las articulaciones adyacentes al hueso enfermo y se puede desarrollar osteoartritis. A la larga, pueden presentarse deformidades como arqueo de las piernas, abombamiento del pecho, encorvamiento de la columna vertebral y aumento del tamaño de la frente. Otras posibles complicaciones de las etapas avanzadas de la enfermedad son cálculos renales (por falta de movimiento), insuficiencia cardiaca, sordera o ceguera, presión arterial alta y gota.

Como esta enfermedad no suele producir síntomas importantes, en particular durante las primeras etapas, la mayoría de los casos pasan inadvertidos. Sin embargo no es raro descubrir accidentalmente la enfermedad cuando a la persona le toman rayos X o le hacen exámenes de sangre por motivos diferentes. La causa de la enfermedad ósea de Paget no se conoce, pero algunos investigadores sospechan que podría ser una infección viral.

La enfermedad de Paget con frecuencia se confunde con otras dolencias, como hipertiroidismo y enfermedades que producen lesión ósea, como cáncer de hueso, displacía fibrosa y mieloma múltiple. No se conoce cura para la enfermedad, sin embargo, la mayoría de los pacientes nunca desarrollan síntomas y, por lo tanto, no requieren tratamiento.

Consuma abundantes alimentos ricos en calcio, como levadura de cerveza, suero de leche, leche de cabra, vegetales hojosos, salmón, sardinas, mariscos y yogur. Incluya en su dieta mucho ajo. El ajo es beneficioso para la circulación y controla la inflamación. Añada calcio, magnesio, vitamina D, Complejo Bvitamina C y A, Zinc y Beta-caroteno.