Como sucede con la carnitina, el glutatión no es un aminoácido en sentido estricto. Es un compuesto clasificado como tripeptido que el organismo produce a partir de los aminoácidos cisteína, acido glutámico y glicina. Por su estrecha relación con estos aminoácidos se le suele considerar parte de ellos.

El glutatión es un poderoso antioxidante que se produce en el hígado. Las mayores reservas de glutatión se encuentran en el hígado, donde elimina el carácter toxico de algunos compuestos dañinos para que puedan ser excretados por la bilis. El hígado libera parte del glutatión directamente en el torrente sanguíneo, donde ayuda a conservar la integridad de los glóbulos rojos y a proteger los glóbulos blancos. El glutatión también se encuentra en los pulmones y en el tracto intestinal. Es necesario para el metabolismo de los carbohidratos y, al parecer, tiene la capacidad de combatir el envejecimiento porque ayuda a descomponer grasas oxidadas que pueden promover la aterosclerosis.

La insuficiencia de glutatión afecta primero al sistema nervioso y produce síntomas como perdida de la coordinación, trastornos mentales, temblores y dificultad para mantener el equilibrio. Se cree que la causa de estos problemas es el desarrollo de lesiones en el cerebro.

A medida que envejecemos disminuye el nivel de glutatión en nuestro organismo. Sin embargo, todavía no se sabe si este fenómeno se debe a que lo utilizamos más rápidamente o a que producimos menos cantidad. Infortunadamente, si esta situación no se corrige la escasez de glutatión acelera el proceso de envejecimiento.

 

Phyllis A. Balch. (2000). Aminoacidos. En Recetas nutritivas que curan(41-42). New York: Avery.